Relatos del

Antiguo Testamento

Para jovenes

Parte 1-a

 


Contenido: Creación del Mundo. Creación del hombre. Caída del primer Hombre. Castigo del primer pecado. Caín y Abel. Diluvio Universal. Los Hijos de Noe. Vocación de Abrahán. Sacrificio de Isaac. Esau y Jacob. Jacob en Mesopotamia. Los hijos de Jacob. Jose Vendido por Sus Hermanos. José en la Prisión. Exaltación de José. Los Hermanos de José. José reconocido por sus hermanos. La Familia de Jacob en Egipto. El Patriarca Job. Moisés Salvado de Las Aguas. La Zarza Ardiente. La Salida de Egipto. El paso del mar Rojo. Los Israelitas en el Desierto. Infidelidad de los Israelitas. Muerte de Moisés. Ocupación de la Tierra Prometida.


 

Creación del Mundo

al principio Dios creó el cielo y la tierra; pero la tierra era informe y vacía, cubierta de agua y de tinieblas.

Dijo entonces el Señor en el primer día: "Hágase la luz." y la luz fue hecha; y separándola de las tinieblas, formó el día y la noche.

En el segundo día dividió las aguas inferiores de las superiores e hizo el firmamento que llamó cielo.

En el tercer día mandó a las aguas inferiores que se juntaran en un lugar. y las aguas se retiraron, formándose los mares. Brotaron las fuentes, los arroyos y los ríos. Después hizo producir a la tierra verdes hierbas y árboles frutales con sus semillas,

En el cuarto creó el sol, la luna y las innumerables estrellas que resplandecen en el firmamento.

En el quinto creó las aves, que vuelan en los aires, y los peces, que viven en las aguas.

En el sexto mandó que la tierra produjese animales de todo género y especie, y formó al hombre con su propia mano. Finalmente reposó en el día séptimo, que santificó y bendijo.

También Dios creó una multitud de ángeles - espíritus sin cuerpo - llenándolos de dones y constituyéndolos como príncipes del reino celestial.

Muchos de ellos - encabezados por san Miguel conservaron la gracia y la santidad con que el Señor los había enriquecido en la creación. Son los ángeles buenos. Pero otros - guiados por Satanás - cometieron un gravísimo pecado de soberbia y fueron condenados al infierno. Son los demonios.

Para recordar y meditar

¿Qué creó Dios en el principio? ¿Qué dijo el Señor en el primer día? ¿Qué hizo en el segundo día? ¿Qué mandó en el tercer día? en el cuarto, ¿qué creó? ¿Qué creó en el quinto? en el sexto día, ¿qué mandó Dios que la tierra produjese? ¿Qué son los ángeles? ¿Cómo obraron los ángeles buenos, y qué pecado cometieron los ángeles rebeldes?

 

Creación del hombre

Cuando decidió crear al hombre, Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza y tenga dominio sobre la tierra."

Formó, pues, el Señor el cuerpo del hombre del barro de la tierra, le infundió el alma y le dio vida. Dios llamó a este hombre Adán, esto es, "hecho de tierra," para que se acordara de su origen.

Pero Adán, entre tantos seres, no tenía uno semejante a él. por lo que dijo el Señor: "No es bueno que el hombre esté sólo; hagámosle una ayuda semejante a él."

Dios sumió a Adán en un profundo sueño, y mientras dormía le sacó una costilla; de ella formó a la mujer, que le dio por compañera. el nombre de esta primera mujer fue Eva, que quiere decir "madre de los vivientes."

Adán la recibió con ternura, y ambos vivían felices en la sencillez y en la inocencia. Amaban a Dios sobre todas las cosas y Dios los amaba a ellos, como un padre ama a sus hijos.

Para recordar y meditar

¿Qué dijo Dios cuando decidió crear al hombre? ¿Cómo formó el Señor el cuerpo y el alma del hombre? ¿Qué dijo Dios al ver que Adán, entre tantos seres, no tenía uno semejante a sí? ¿Qué hizo Dios para dar una compañera a Adán? ¿Cómo recibió Adán a Eva?

Caída del Primer Hombre

Dios había puesto a Adán y a Eva en un jardín delicioso, en un estado de gran armonía.

Un río corría por este jardín. en él había toda clase de árboles hermosos, cuyas frutas eran suaves y delicadas. en el medio se levantaba el árbol de la ciencia del bien y del mal.

Dijo Dios al hombre: "De todo árbol del Paraíso podrás comer, menos del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque en cuanto comas de él, morirás."

El demonio, entonces, movido de odio y envidia, se valió de la serpiente para tentar a Eva, y dijo a ésta: "¿Por qué no coméis del fruto de este árbol?"

La mujer respondió: "Dios nos lo ha prohibido y si comemos de él, moriremos."

"No," replicó la serpiente, no moriréis, sino que seréis como Dios, conocedores del bien y del mal."

Eva, engañada por estas palabras, tomó la fruta, comió de ella e hizo comer también a su marido.

Para recordar y meditar

¿Dónde había puesto Dios a Adán y Eva? en este jardín ¿qué había? ¿Qué dijo Dios al hombre? el demonio, entonces, movido a odio y envidia, ¿qué hizo? y la mujer, ¿qué respondió? ¿Qué replicó la serpiente? y Eva, engañada por estas palabras, ¿qué hizo?

Castigo del primer pecado

Luego que Adán y Eva pecaron, comenzaron a sentir remordimientos y a tener vergüenza, tanto que aun el más leve movimiento de las hojas los llenaba de espanto.

Y al oír la voz y los pasos del Señor, que venían hacia ellos, temieron y se escondieron entre los árboles. Mas el Señor llamó a Adán, y éste respondió: "Tuve temor de tu presencia y me escondí."

"¿Y por qué tienes temor," prosiguió el Señor, "sino porque has comido el fruto que yo te mandé que no comieses?"

Adán respondió: "La mujer que me diste por compañera me dio el fruto para que comiese."

Y dijo el Señor a la mujer: "¿Por qué has hecho esto." Ella respondió: "La serpiente me engañó."

Entonces dijo el Señor a la serpiente: "Por cuanto de ti proviene el mal, serás maldita entre todos los animales de la tierra; sobre tu pecho andarás y comerás tierra todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. el te aplastará la cabeza mientras tú asechas su talón."

Según la tradición, la mujer de quien hablaba Dios presagiaba a María, de la cual debía nacer un día el Redentor.

Después, volviéndose a Eva, le dijo: "Multiplicaré sobre ti los dolores y las miserias, y estarás bajo la potestad de tu marido."

Y dijo a Adán: "Maldita sea la tierra por tu causa; sudarás trabajando para sustentarte, hasta que la muerte reduzca a polvo tu cuerpo; porque polvo eres y en polvo te convertirás."

Después Dios echó a Adán y a Eva del Paraíso, y puso de guardia a su entrada un ángel, con una espada que arrojaba llamas.

Esta primera culpa del hombre pasó a todos los descendientes de Adán, y se llama "pecado original." por eso todos nacemos sin la gracia de Dios, sujetos a la muerte y a todas las miserias del alma y del cuerpo.

Para recordar y meditar

Luego que Adán y Eva pecaron, ¿qué comenzaron a sentir? ¿Qué hicieron al oír la voz y los pasos del Señor? ¿Cómo prosiguió el Señor? y Adán, ¿qué respondió? ¿Qué dijo el Señor a la mujer? Ella, ¿qué respondió? Entonces, ¿qué dijo el Señor a la serpiente? ¿Y quién era la mujer de la que hablaba Dios? Volviéndose Dios a Eva, ¿qué le dijo? ¿Y qué dijo a Adán? ¿Qué hizo Dios a Adán y a Eva? ¿Cuál consecuencia tuvo esta primera culpa del hombre?

 

Caín y Abel

Adan tuvo dos hijos, Caín y Abel: éste fue pastor y aquél labrador.

Uno y otro ofrecían dones al Señor; Caín de los frutos de la tierra, y Abel de lo mejor de su ganado. Mas el Señor aceptaba las ofrendas de Abel, inocente y bueno, pero no las de Caín, porque era malo.

Por esto se llenó Caín de enojo y envidia contra su hermano, y en su amargura ni levantaba los ojos al cielo.

Dijo el Señor a Caín: "¿Por qué envidias a tu hermano? ¿No está en tu mano el hacer el bien o el mal?"

Pero Caín era sordo a la voz de Dios y tramaba en su mente feroces designios.

Un día convidó a Abel a un paseo por el campo y cuando estuvieron solos lo acometió y lo mató.

Después de tan horrible delito, Dios llamó a Caín y le dijo: "¿Dónde está tu hermano?"

Y Caín contestó con altivez: "No, lo sé. ¿Soy yo, acaso, el guardián de mi hermano?"

Mas Dios le dijo: "La sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra; tú serás maldito: la tierra que labrares no te dará fruto; andarás por ella errante y vagabundo." Caín, entonces, desesperado, huyó de sus parientes, y fue infeliz toda su vida.

Para recordar y meditar

¿Cuántos hijos tuvo Adán? Caín y Abel, ¿qué ofrecían al Señor? por esto, ¿corrió quedó Caín? ¿Qué dijo el Señor a Caín? Pero Caín, ¿escuchaba la voz de Dios? ¿A qué convidó un día Caín a Abel? ¿Qué dijo Dios a Caín, después de tan horrible delito? ¿Qué contestó Caín a Dios? ¿Qué le dijo Dios a Caín? ¿Qué efecto tuvo esta maldición?

Diluvio Universal

Ya habían transcurrido, desde la creación de Adán, muchísimos siglos, cuando, habiéndose aumentado extraordinariamente los hombres sobre la tierra, se habían también multiplicado los vicios.

Entonces Dios dijo a Noé que El había decidido exterminar al hombre, y también a los animales. Le mandó que construyera un arca en forma de nave, y que entraran en ella, él con su mujer, sus tres hijos y sus mujeres, y asimismo hiciera entrar toda especie de animales.

Noé cumplió fielmente cuanto el Señor le había mandado. Abriéronse entonces las cataratas del cielo; se desbordaron las aguas del mar y de las fuentes, y una lluvia espantosa cayó sobre la tierra, durante cuarenta ¿días y cuarenta noches.

Las aguas cubrieron toda la tierra, subiendo hasta quince codos por sobre la cima de los montes más elevados. Todas las cosas quedaron sumergidas por el diluvio. Sola, en medio de este total exterminio, el arca de Noé, protegida por Dios, flotaba segura sobre las aguas.

Cesó finalmente la lluvia: las aguas, sin embargo, permanecieron todavía ciento cincuenta días a la misma altura. Dios entonces hizo soplar un viento muy recio. Poco a poco las aguas disminuyeron, y el arca se detuvo sobre una montaña.

Queriendo entonces saber Noé si estaba seca la tierra, abrió la ventana del arca y echó a volar un cuervo; pero este salía y retornaba.

Siete días después despachó una paloma que, no encontrando dónde posarse, volvió al arca; pero, mandada por segunda vez, volvió por la tarde trayendo en el pico un ramo de olivo, por lo que conoció Noé que las aguas se habían retirado de la tierra.

Entonces por orden de Dios salió Noé del arca con su familia y con todos los animales, y levantando un altar al Señor, le ofreció en acción de gracias un sacrificio.

Agradó al Señor este sacrificio: le prometió que jamás volvería a mandar otro diluvio, e hizo aparecer el arco iris en señal de la alianza, que había contraído con los hombres.

La tradición cristiana ve en Noé una figura de Cristo. Noé salvó el linaje humano mediante el leño del arca; Cristo lo salvó por el leño de la cruz.

El arca es figura de la Iglesia, que es necesaria para la salvación del género humano. Las aguas del diluvio simbolizan el agua bautismal que da vida a los fieles y destruye el pecado.

Para recordar y meditar

¿Cuánto tiempo había transcurrido desde la creación hasta la época del diluvio, y cómo se hallaba la tierra? ¿Qué dijo entonces Dios a Noé? ¿Cómo cumplió Noé lo que el Señor le había mandado y qué aconteció entonces? ¿Cómo se extendieron las aguas y cómo quedó el arca de Noé? al cesar finalmente esa lluvia, ¿cómo hizo Dios bajar las aguas? ¿Qué hizo Noé entonces para saber si estaba descubierta la tierra? y siete días después, ¿qué animal despachó? ¿Qué hizo Noé entonces por orden de Dios? ¿Agradó a Dios este sacrificio? ¿qué prometió? ¿A quién 1 representa Noé? ¿De quién es figura el arca? ¿Qué simbolizan las aguas?

 

Los Hijos de Noé

Los tres hijos de Noé, Sem, Cam y Jafet, con sus descendientes, repoblaron poco a poco la tierra. Noé entre tanto atendía a la agricultura.

El fue el primero que cultivó la vid; y habiendo sacado vino de la uva madura, bebió de él sin conocer sus efectos y se embriagó.

Habiéndose dormido Noé en su tienda, descubierto el cuerpo, le vio en tal estado Cam, y riendo fue a decirlo a sus hermanos. Pero éstos, avergonzados de tan mal proceder y llenos de respeto por su padre, lo cubrieron con una capa.

Cuando Noé volvió en sí, sabedor de lo acaecido, maldijo a Canaán, hijo de Cam, y predijo que su descendencia estaría sujeta a la de Sem y Jafet, a quienes bendijo.

Pronto los hombres se alejaron nuevamente de Dios; desarrollaron la civilización y se llena-

ron de soberbia. a la ruptura con Dios siguen siempre la Incomprensión y la discordia entre los hombres.

Esto nos enseña el episodio de la torre de Babel, donde los hombres para inmortalizarse quisieron, inútilmente, edificar una torre de tal altura que con su cúspide tocara el cielo.

Para recordar y meditar

Los tres hijos de Noé, ¿qué hicieron? ¿Quién cultivó primero la vid y qué aconteció con esto? Habiéndose dormido Noé en su tienda, ¿cómo se portaron Cam y sus hermanos con su padre? Cuando Noé volvió en sí, ¿qué hizo? ¿Por qué falta unión entre los hombres? ¿Qué hecho de la Sagrada Escritura nos lo enseña?

 

Vocación de Abraham

Con el transcurso del tiempo se había ido perdiendo la memoria del diluvio. los hombres se olvidaron también de Dios; adoraron el sol, la luna y demás criaturas, y se contaminaron con todo género de iniquidades.

El Señor entonces, queriendo formarse una familia y un pueblo escogido, mandó a un hombre de Caldea, llamado Abrahán, que saliera de su país, que abandonara su parentela y la casa de su padre, para ir a la tierra de Canaán.

Abraham partió con Sara, su mujer, y Lot, su sobrino. Pasado algún tiempo, el Señor se le apareció y lo bendijo; después lo constituyó dueño de todo aquel país, prometiéndole que sus descendientes se multiplicarían como el polvo de la tierra y que de entre ellos saldría el Salvador, por el cual quedarían bendecidas todas las naciones.

Abraham se conservó fiel en el servicio de Dios, amó la paz y dio de ello una hermosa prueba cuando, por una contienda entre sus pastores y los de Lot, se separó del sobrino, cediéndole la mejor parte del país. Siempre se mostró afable y hospitalario con los forasteros. Ya era anciano, como también su mujer, y no tenían hijos. El Señor los visitó misteriosamente y, conforme a sus promesas, dijo a Abrahán: "Sara, tu mujer, te dará un hijo, y le llamarás Isaac." Sara quedó embarazada a pesar de sus muchos años, por el poder de Dios, que es fiel.

Nació a su tiempo el niño prometido y llenó de júbilo el corazón de sus ancianos padres.

En este mismo tiempo en el país que habitaba Abrahán, tuvo lugar un acontecimiento extraordinario: fue la destrucción de Sodoma y Gomorra, y otras ciudades, que Dios castigó por su maldad. Pero este acontecimiento fue también motivo para la misericordia del Señor, quien, por la intercesión de Abrahán, salvó la vida de Lot, su sobrino, que vivía en Sodoma y era hombre justo.

Para recordar y meditar

¿Qué hicieron los hombres cuando se había ido perdiendo la memoria del diluvio? Entonces el Señor, ¿qué mandó a Abrahán? ¿Con quiénes partió Abrahán, y pasado algún tiempo, el Señor qué hizo para con él? Después de esto, ¿se conservó Abrahán fiel en el servicio de Dios? ¿Qué dijo Dios a Abrahán cuando era ya anciano? ¿Nació después el niño prometido? ¿Qué acontecimiento extraordinario tuvo lugar en este mismo tiempo? ¿Cómo manifestó el Señor su misericordia?

Sacrificio de Isaac

El señor, para probar la fe y la obediencia de Abrahán, le dijo un día: "Abrahán, toma a tu hijo único y sacrifícamelo en holocausto sobre el monte que yo te indicaré."

Abrahán se levantó e hizo levantar también a Isaac: cargó sobre él la leña para el sacrificio y se puso en camino con su hijo.

Mientras se dirigían hacia el monte, Isaac dijo a su padre: "Padre mío, tenemos el fuego y la leña; ¿pero dónde está la víctima para el holocausto?"

Abrahán contestó: "Hijo mío, Dios lo proveerá." y continuaron su marcha.

Cuando llegaron al lugar designado, Abrahán levantó un altar y lo cargó con leña; ató a Isaac, lo puso sobre el altar y tomó el cuchillo.

Alzada la mano, iba ya a matarlo, cuando un ángel clamó del cielo: "Abraham, Abraham, no pongas las manos en la persona de tu hijo; ya he conocido tu fe."

Abrahán se detuvo, alzó los ojos y después viendo a sus espaldas un carnero trabado de las astas en una zarza, lo tomó y ofreció en holocausto, en lugar de su hijo.

En el gesto desprendido de Abraham, que no dudó en entregar a su hijo, y en la docilidad de Isaac, vemos una figura del sacrificio de Cristo.

Dios amó mucho a Abrahán y nosotros, reconociendo en él al primer depositario de las promesas divinas, lo llamamos "nuestro padre en la fe."

Para recordar y meditar

¿Qué hizo el Señor para probar la fe y la obediencia de Abrahán? y Abrahán, ¿qué hizo después de esta orden? ¿Qué decía Isaac a Abraham cuando se dirigían hacia el monte? ¿Qué contestó Abrahán? ¿Qué hizo Abraham luego que llegaron al lugar destinado? ¿Qué aconteció cuando Abrahán, alzada la mano, iba a matarlo? Abrahán, después que se detuvo y levantó los ojos, ¿qué hizo? ¿De qué es figura este sacrificio? ¿Cómo llamamos a Abrahán?

Esau y Jacob

Isaac tuvo de Rebeca dos hijos: Esaú y Jacob. el primero tenía el cuerpo cubierto de vello como la piel de un animal y fue un valiente cazador; el segundo, de índole suave y de costumbres sencillas, fue pastor.

Un día Jacob preparó una sopa de lentejas; Esaú llego fatigado del campo y dijo a aquél: "Hermano, dame esa sopa que has cocido, porque estoy muy cansado." Jacob le respondió: "Te la daré si me vendes los derechos de primogenitura."

Esaú, rendido de hambre, vendió por un plato de lentejas el derecho que los primogénitos tenían a la herencia y a las bendiciones del padre.

Jacob, valiéndose de este derecho, se presentó a Isaac, fingiendo ser el hijo primogénito, y alcanzó su última bendición.

Por lo cual Esaú se encendió de ira y amenazó de muerte al hermano.

Entonces Rebeca, temiendo por la vida de su amado Jacob, le dijo: "Huye, huye, hijo mío; refúgiate en casa de Labán, tu tío, y permanece con él, hasta que se aplaque el furor de tu hermano." Jacob, despidiéndose de sus padres, se fue para la Mesopotamia.

Una noche, mientras viajaba, cansado del camino, se echó a dormir al raso, recostando la cabeza sobre una piedra. Jacob vio en sueños una escala fija en la tierra, cuya parte superior tocaba el cielo; por la escala los ángeles del Señor subían y bajaban. Sobre ella estaba Dios.

Y oyó una voz que le dijo: "Yo soy el Señor Dios de tus padres, a ti y a tu posteridad daré la tierra en que duermes. En ti serán bendecidas todas las naciones. Yo seré tu amparo, dondequiera que fueres."

Al despertar Jacob exclamó lleno de espanto: "¡El Señor habita en este lugar y yo lo ignoraba!"

Jacob, levantándose al amanecer, tomó la piedra que se había puesto por cabecera, la erigió como un monumento y derramó aceite sobre ella, para indicar con esto que debía ser consagrada al Señor.

Para recordar y meditar

¿Qué hijos tuvo lsaac de Rebeca? Habiendo un día preparado Jacob una sopa, ¿qué propuesta le hizo a Esaú? ¿Qué hizo Esaú, rendido de hambre? y Jacob, obtenido lo pedido, ¿qué hizo? ¿Qué hizo por esto Esaú? ¿Qué dijo entonces Rebeca? ¿Qué le aconteció a Jacob una noche, mientras viajaba, cansado del camino? ¿Qué voz oyó entonces? Cuando Jacob se despertó, ¿qué dijo? ¿Qué hizo Jacob con aquella piedra, levantándose al amanecer?

 

Jacob en Mesopotamia

Llegado Jacob a la Mesopotamia, fue recibido cariñosamente por su tío Labán, quien le confió el cuidado de numerosos rebaños; Jacob los hizo crecer y prosperar.

Pero, aunque Jacob servía a Labán con celo y fidelidad, tuvo mucho que sufrir por culpa de su avaro tío, pues se vio obligado a permanecer a su servicio catorce años, para obtener por esposa a Raquel, hija menor de Labán, a quien el amaba mucho.

Pasados estos siete años, Labán, engañando a Jacob, le dio a Lía, su otra hija, por ser de mayor edad. El joven tuvo que quedarse entonces sirviendo otros siete años para obtener a Raquel, y después otros seis, antes de volver a la casa paterna.

Habiendo dicho el Señor a Jacob que volviera a su patria, éste salió de la Mesopotamia y se fue a la tierra de Canaán con su familia y con numerosos ganados.

Cierta noche, Jacob sostuvo una misteriosa lucha cuerpo a cuerpo, sin que el desconocido oponente lograra doblegarlo. El ser maravilloso, ante tamaña resistencia, hirió a Jacob en la pantorrilla, pero ni aun así logró zafarse de él. Jacob pidió entonces su bendición, a lo cual el contrincante replicó cambiándole su nombre por el de "Israel," que quiere decir "has sido fuerte frente a Dios." Allí mismo lo bendijo.

Entre tanto, Jacob, para calmar el ánimo airado del hermano, de quien aún temía, le envió mensajeros con riquísimos presentes. Esaú le salió al paso y Jacob al verlo, se le acercó inclinándose hasta el suelo. Aplacado con esto Esau, corrió al encuentro del hermano, lo estrechó entre sus brazos, lo besó y, llorando de ternura, le aseguró que nunca intentaría hacerle mal alguno.

Entonces Jacob entró en su patria, lleno de riquezas y bendiciones. Pudo abrazar a su anciano padre, pero no a la madre, que ya había muerto. y toda aquella familia vivió tranquila y unida, hasta la muerte del patriarca Isaac, que alcanzó a los ciento ochenta años.

Para recordar y meditar

Llegado Jacob a la Mesopotamia, ¿cómo fue recibido? Pero Jacob, ¿tuvo algo que sufrir? Pasados estos siete años, ¿cómo lo engañó Labán? Habiendo dicho el Señor a Jacob que volviera a su patria, ¿qué hizo éste? ¿Cómo obtuvo Jacob su otro nombre de Israel? y entre tanto, ¿qué hizo para calmar el ánimo airado de su hermano? y Esaú, ¿cómo le salió al paso? Aplacado con esto Esaú, ¿qué hizo! Entonces, ¿qué le pasó a Jacob?

Los hijos de Jacob

Jacob tuvo doce hijos, entre los cuales uno llamado José. Su padre lo quería más que a los otros y le había dad una túnica de diferentes colores. Por esto, sus hermanos tenian invidia y lo odiaban. El odio creció después que les hubo contado sus siguientes sueños.

Dijo José a sus hermanos: "Estábamos juntos en el campo atando haces, cuando he aquí que mi haz se levanta y permanece derecho, y los vuestros, estando alrededor, se inclinan."

Respondieron los hermanos: "¿Qué significa ese sueño? ¿Serás por ventura nuestro rey? ¿0 estaremos sujetos a tu dominio?"

Tuvo José después otro sueño que contó al padre y a los hermanos, diciéndoles cómo había visto el sol, la luna y once estrellas que le adoraban.

El padre le dijo: "¿Qué quiere decir esto? ¿Acaso yo, tu madre y tus hermanos deberemos adorarte?"

Sus hermanos le tenían envidia; pero si bien el padre reflexionaba sobre todas estas cosas, no decía nada.

Para recordar y meditar

Jacob, ¿cuántos hijos tuvo? y entre ellos, ¿a cuál quería más? ¿Qué dijo José a sus hermanos cuando les contó el primer sueño? ¿Qué respondieron los hermanos? ¿Tuvo después otro sueño? ¿Qué dijo entonces el padre? y sus hermanos, ¿cómo lo miraban?

 

Jose Vendido por Sus Hermanos

Jacob mandó un día a José al campo, donde sus hermanos apacentaban los ganados, para que le trajese noticias de lo que pasaba entre ellos.

Apenas lo percibieron a lo lejos, dijeron: "Ahí viene el soñador; matémoslo y echémoslo en una cisterna. Diremos después que una fiera lo devoró, y entonces se verá de qué le aprovechan los sueños.

Pero Rubén, que era el primogénito, tratando de disuadir a sus hermanos de tan atroz delito, les dijo: "No le quitéis la vida, ni manchéis vuestras manos en su sangre; echadlo en una cisterna."

Le arrojaron, entonces, a una cisterna. Pero, pasando por allí unos mercaderes, que iban a Egipto, concertaron con ellos su venta y, sacando a José de la cisterna, lo entregaron por veinte monedas de plata.

Los crueles hermanos añadieron a este, otro delito. Para engañar al padre, empaparon la túnica de José en la sangre de un cabrito y se la mandaron, diciendo que una fiera lo había devorado.

El pobre Jacob, ante semejante noticia, prorrumpió en llanto, y durante muchos días, estuvo llamando por su nombre al hijo desaparecido.

Para recordar y meditar

¿Dónde mandó Jacob un día a José? ¿Qué dijeron sus hermanos apenas lo percibieron? Pero Rubén, ¿qué les dijo? ¿Dónde lo arrojaron, entonces? ¿Qué le hicieron los crueles hermanos? ¿Qué hizo el pobre Jacob ante semejante noticia?

José en la Prisión

Jose fue vendido por los mercaderes a un rico egipcio, llamado Putifar, el cual, habiendo conocido sus virtudes, le confió el gobierno de su casa y de todas sus cosas.

Poco tiempo desempeñó José este cargo, pues, acusado falsamente de un delito, fue encerrado en una lóbrega cárcel.

Se encontraban en la misma cárcel dos ministros del Faraón, el gran copero y el panadero mayor. Ambos tuvieron un sueño que nadie supo interpretar.

El primero había visto en sueños una vid con tres sarmientos, que producían uva; él, teniendo en su mano la copa del Faraón, tomaba de esa uva, la exprimía dentro de la copa y se la servía al soberano.

José interpretó el sueño, diciéndole que, al cabo de tres días, debía ser restituido a su antiguo grado. el joven le rogó que se acordara entonces de él.

El panadero había soñado que tenía tres canastillos llenos de pasteles sobre su cabeza y que las aves venían a comer de ellos. José predijo a éste que dentro de tres días debía ser ajusticiado.

Los sueños probaron ser premonitorios y la interpretación justa, pero el copero, vuelto a su prosperidad, se olvidó de José, del cual había recibido señalados servicios.

Para recordar y meditar

¿A quién fue vendido José por los mercaderes? ¿Desempeñó José este cargo por mucho tiempo? ¿Quiénes estaban a la sazón en la misma cárcel? el primero, ¿qué había visto? ¿Qué le declaró José? y el panadero, ¿qué había soñado y qué le predijo José? ¿Se realizaron los sueños?

 

Exaltación de José

Dos años después, el Faraón tuvo dos sueños, que ninguno de los adivinos de Egipto supo interpretar.

En el primer sueño, le parecía ver salir del Nilo siete vacas hermosas y gordas, que se ponían a pacer lejos del río, en 1ugares pantanosos, y otras siete demacradas, que pastaban sobre 1a ribera misma del río. Estas, acometiendo a las primeras, las devoraron, quedando como antes hambrientas y flacas.

En el segundo sueño, vio que de un tallo de trigo nacían siete espigas llenas y muy hermosas; pero luego de éstas, brotaban otras siete delgadas y áridas, que en un momento devoraron a las primeras. Entonces el gran copero se acordó de José, habló de él al rey y éste te hizo venir a su presencia.

José, informado de los sueños, predijo que tendría Egipto siete años de mucha abundancia, y después otros siete de miseria.

Aconsejó al rey que confiara el gobierno de Egipto a un hombre sabio e industrioso, que, en los años de abundancia, recogiese en graneros parte de las cosechas y las reservara para la próxima época de carestía.

Pareció bien el consejo al Faraón y, pensando que nadie podía desempeñar mejor aquel oficio que el mismo José, lo exaltó y constituyó gobernador de todo el Egipto.

Para recordar y meditar

¿Qué aconteció al Faraón dos años después? ¿Qué le parecía ver en el primer sueño? en el segundo sueño, ¿qué vio? ¿Qué predijo José, cuando fue informado de los sueños? ¿Y qué aconsejó al rey? ¿Le pareció bien ese consejo al Faraón?

 

Los Hermanos de José

Llegaron los años de carestía y se padecía mucha hambre en la tierra de Canaán; por lo que Jacob mandó a sus hijos a Egipto para comprar trigo.

José los conoció en cuanto llegaron, pero no quiso darse a conocer a sus hermanos.

Al principio fingió tomarlos por espías, pero, como le dijeran que ellos eran. doce hermanos, que el menor, llamado Benjamín, había quedado en casa con su padre, y que el otro ya no vivía, José les dijo: "Si es verdad que sois hombres de paz, que uno de vosotros se quede como rehén; vayan los demás y lleven el trigo comprado: pero al volver traedme a vuestro hermano menor."

Salidos de Egipto y llegados a su casa con los jumentos cargados de trigo, contaron a Jacob lo acaecido. Al descargar y abrir las bolsas, quedaron admirados de hallar en la bolsa de cada uno el dinero que habían dado en pago.

Jacob, entre tanto, no se decidía a apartarse de su amado Benjamín, temiendo que le sucediese alguna desgracia como a José, pero al fin cedió a los ruegos de sus hijos.

Para recordar y meditar

Llegaron, pues, esos años de la carestía: ¿qué sucedió? ¿Conoció José a sus hermanos? ¿Qué fingió José al principio y qué exigió finalmente? Salidos de Egipto y llegados a su casa, ¿qué hicieron los hermanos de José? y Jacob, ¿se decidía a apartarse de Benjamín?

José reconocido

por sus hermanos

Habiendo vuelto a Egipto los hijos de Jacob con Benjamín, se presentaron a José, quien se conmovió a la vista del más pequeño de sus hermanos, y recibió a todos con cariño invitándolos a comer en su casa.

Ordenó después al mayordomo del palacio que llenase de trigo los costales de los forasteros, poniendo en ellos el dinero que habían traído, y que con el dinero fuese puesta en la bolsa del más joven su copa de plata. Así fue hecho.

Al día siguiente los once hermanos salieron contentos de la ciudad y cuando ya estaban a alguna distancia se les presentó de repente el mayordomo de José, el cual les mandó hacer alto, les obligó a abrir todas las bolsas y registrándolas halló en la de Benjamín la copa de José. Viendo esto, los hermanos quedaron espantados. Llorando, siguieron a Benjamín, que fue llevado preso a la ciudad.

Llegados a la presencia de José, llenos de pesar y de miedo se arrojaron a sus pies. Los hermanos juraban ser inocentes y le suplicaron que retuviera preso a cualquiera de ellos, pero que dejara libre a Benjamín: "Nuestro pobre padre," decían, "se morirá de dolor."

Ante estas palabras, José no pudo ya reprimirse y llorando exclamó: "¡Yo soy José! ¿Vive mi padre todavía?"

Los hermanos, sorprendidos de terror, no sabían qué responder; pero José los abrazó cariñosamente, alentándolos con dulces palabras.

"Apresuraos ," continuó diciendo, "volved a la casa de mi padre; decidle que su hijo José aún vive, e instadle a que venga con toda su familia a Egipto."

Los hermanos de José, llenos de alegría, partieron para el país de Canaán.

Para recordar y meditar

Habiendo vuelto a Egipto los hijos de Jaco, ¿qué hicieron? ¿Qué ordenó José al mayordomo? ¿Qué aconteció al día siguiente a los hermanos? ¿Qué hicieron una vez llevados a la presencia de José? ¿Cómo se quedó José al oír esas palabras? y los hermanos, ¿qué respondieron? Después de esto, ¿qué les dijo José? y los hermanos de José, ¿cómo partieron?

La Familia de

Jacob en Egipto

Jacob, con su numerosa familia, se fue a Egipto, y José lo recibió con lágrimas de alegría. El Faraón destinó para él y sus hijos una comarca muy fértil en donde se establecieron.

El anciano Jacob tenía entonces ciento treinta años y vivió aún diecisiete, al cabo de los cuales murió en los brazos de José y entre el llanto de sus demás hijos, no sin antes bendecirlos uno por uno. Las palabras dirigidas a Judá anunciaban ya al Salvador.

Después de la muerte del padre, recelando los hermanos de que José se vengaría de la injuria recibida, le enviaron a decir que olvidara la falta y los perdonase. José no sólo les concedió el perdón que pedían, sino que los tranquilizó con dulces palabras y hasta su muerte los trató con fraternal benevolencia.

Al cabo de muchos años, José y sus hermanos murieron. Sus descendientes, llamados hebreos o israelitas, divididos en doce tribus, que llevaban el nombre de los doce hijos de Jacob, se multiplicaron de tal modo que llenaron todo el país.

Otro Faraón, que reinaba entonces en Egipto, desconfiando de ellos, los redujo primero a la esclavitud y los sobrecargó de trabajo, de modo que muchos se morían. Después mandó que fueran echados al Nilo todos los varones hebreos que nacieran.

Esperaba con esto exterminar toda aquella generación. Pero Dios, cumpliendo las promesas hechas a Abrahán, a Isaac y a Jacob, no abandonó a su pueblo y en sus eternos consejos le preparaba un libertador.

Para recordar y meditar

¿Cómo recibió José a su padre? ¿Cómo lo recibió el Faraón? ¿Qué edad tenía entonces el anciano Jacob, y cuándo murió? ¿Cómo se portó José con sus hermanos? al cabo de muchos años, ¿cómo se multiplicaron los descendientes de Jacob? ¿Qué hizo con ellos aquel otro Faraón que reinaba en Egipto? ¿Y qué esperaba hacer con esto el Faraón?

El Patriarca Job

Vivió en tiempos remotos un hombre del país de Hus, en Oriente, llamado Job. Varón justo, leal, de familia abundante y fortuna, y tan estimado entre los hombres como querido por Dios.

El Señor, a fin de hacer de él un modelo de paciencia para todos los siglos, permitió que Satanás lo tentara, con todo género de tribulaciones.

En efecto, en un solo día le quitó los ganados, los siervos y los hijos, y Job, en tamaña desgracia, se rasgó las vestiduras, se cortó el cabello y se postró rostro en tierra; pero adoró y bendijo al Señor.

Satanás, entonces, irritado por la resignación de Job, obtuvo del Señor herirlo en su persona. lo cubrió con una úlcera asquerosa, que lo hizo insoportable a los mismos que más le amaban y se vio obligado a vivir en un basural.

Y como si aún no bastaran tantos dolores, tuvo que sufrir los reproches de su mujer y los molestos consuelos de sus amigos. Con todo se mantuvo paciente y exclamó: "El Señor me colmó de bienes y el Señor me los quitó: bendito sea su santo nombre."

Finalmente Dios tuvo piedad de su siervo; devolvió duplicadas a Job la salud, las riquezas perdidas y una numerosa familia.

En su amarga experiencia, Job descubre el poder ¡limitado de Dios, quien puede dar un sentido insospechado a realidades tan terribles como el sufrimiento, la soledad, la miseria y la muerte. Más que un modelo de paciencia, la vida de Job nos propone una vislumbre de la Omnipotencia que más tarde se servirá de nuestra propia naturaleza sufriente para llevar a cabo la redención.

Para recordar y meditar

¿Qué príncipe vivió en tiempos remotos en el país de Hus? ¿Qué permitió el Señor para hacer de él un modelo de paciencia? ¿Qué le quitó primero Satanás a Job? ¿Qué obtuvo entonces Satanás del Señor? Además de tantos dolores, ¿qué tuvo que sufrir aún Job? ¿Finalmente tuvo Dios piedad de su siervo? ¿Qué lección podemos extraer de la vida de Job?

Moisés Salvado de las Aguas

La esclavitud de los israelitas en Egipto duraba desde largos años. Durante esta esclavitud había nacido de una mujer hebrea de la tribu de Leví, un hermoso niño; ella lo escondió para salvarle la vida.

Después de tres meses, la madre, no pudiendo ya ocultar a su hijo, tomó una cestilla de juncos, la untó con betún y con pez y, habiendo colocado en ella al niño, la llevó al Nilo y la puso entre las cañas de la ribera.

María, entretanto, hermana del niño, de unos diez años, se había ocultado a lo lejos, para ver qué sería de él.

Poco después la hija del Faraón bajó al río para lavarse, vio la cestilla y habiéndosela hecho traer, halló dentro un hermoso niño que lloraba. "Este," dijo ella, "ha de ser algún niño de los hebreos."

Al oír María estas palabras se acercó y le dijo: "Si queréis, iré a llamar a una mujer hebrea, que pueda criar ese niño." y respondiendo afirmativamente la princesa, corrió la niña a llamar a su madre, a quien dijo la hija del Faraón: "Toma este niño, y críamelo: yo te daré tu salario." Tomó la mujer el niño, lo llevó a su casa y lo crió.

Habiendo crecido el niño, la madre lo entregó a la hija del Faraón, que lo recibió con mucho cariño, llamándolo Moisés, que quiere decir salvado de las aguas." lo hizo educar en la corte y lo adoptó por hijo.

Para recordar y meditar

¿Quién había nacido durante la esclavitud de los israelitas? ¿Qué hizo la madre después de tres meses? ¿María entre tanto qué hacía? ¿Quién bajó poco después al río? ¿Que dijo María apenas oyó estas palabras. Habiendo crecido el niño, ¿qué hizo de él la madre?

La Zarza Ardiente

Moisés, mientras avanzaba en edad, se dolía por los padecimientos de sus hermanos. Tenía ya cuarenta años cuando, habiendo visto a un egipcio que maltrataba a un hebreo, experimentó tal indignación que mató al egipcio y lo sepultó en la arena.

A consecuencia de este hecho, tuvo que huir de la corte de Egipto y fue recibido con benevolencia en el país de Madián, por Jetrá, sacerdote del Altísimo, que le dio una de sus hijas por esposa y le confió el cuidado de sus ganados.

Un día que Moisés apacentaba los ganados al pie del monte Horeb, vio una zarza que estaba ardiendo y no se consumía. Moisés se acercó para reconocer la maravilla que tenía ante sus ojos, cuando salió de aquel fuego una voz que le dijo: "Moisés, Moisés, no te acerques, quítate el calzado de los pies, porque la tierra que pisas es santa. Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob."

Dijo también Dios a Moisés, cuando éste quería saber su nombre: "Yo soy el que soy."

Moisés, no osando mirar a Dios, se cubrió el rostro; el Señor prosiguió: "He visto la aflicción de mi pueblo en Egipto. Ven y te enviaré al Faraón para que saques de aquel país a los hijos de Israel y los lleves a la tierra de Canaán, y en señal de que yo te he mandado, te daré el poder de hacer milagros."

Moisés, humilde y temeroso, quiso rehusarse; pero se sometió al fin a la voluntad de Dios y volvió a Egipto.

Para recordar y meditar

A Moisés, mientras avanzaba en edad, ¿qué le aconteció? ¿Qué tuvo que hacer a consecuencia de este hecho? ¿Qué vio Moisés un día, mientras apacentaba los ganados? ¿Cuál es el nombre de Dios revelado en la zarza? No osando Moisés mirar a Dios, ¿qué hizo? ¿Aceptó Moisés el mandato de Dios?

La Salida de Egipto

Moisés se presentó con Aarón, su hermano, al Faraón y le ordenó, en nombre de Dios, que dejara partir a los hebreos para que pudieran rendir culto al Señor en el desierto. Pero el impío rey no quiso obedecer los mandatos divinos.

Entonces Moisés, para vencer la obstinación del Faraón, obró muchos prodigios e hirió a Egipto con terribles castigos, las "plagas de Egipto," que fueron: las aguas del Nilo convertidas en sangre; una prodigiosa cantidad de ranas, mosquitos y moscas importunas; úlceras en los hombres; un granizo espantoso; langostas que devastaron las plantas; y finalmente tinieblas pavorosas, que por tres días cubrieron Egipto.

No por eso accedió el Faraón a dejarlos partir, sino que se endureció aún más su corazón. el Señor anunció entonces el envío de la décima plaga.

Moisés convocó a los ancianos de Israel y les dijo que tomaran un cordero para celebrar la pascua y con la sangre de aquel animal tiñeran los dinteles de las puertas de sus casas, a fin de que, pasando el ángel del Señor y viéndolas teñidas en sangre, no entrase a exterminarlos.

A medianoche el Señor mandó a un ángel exterminador, que mató a todos los primogénitos de los egipcios, desde el del Faraón hasta el del esclavo, como también a todos los primogénitos de los animales.

El Faraón, lleno de espanto, sin aguardar el día llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: "Daos prisa, y salid de mi pueblo, vosotros y los hijos de Israel. Llevaos vuestras ovejas y ganados, y salid a sacrificar al Señor como habéis dicho."

Partieron los israelitas en número de seiscientos mil sin contar las mujeres, los viejos y los niños, después de haberse cumplido más de doscientos años desde la llegada de Jacob con su familia.

El cordero pascual es figura de Cristo. Así como la sangre del cordero protegió a los hebreos y aseguró su liberación, del mismo modo la sangre de Cristo nos libera de la esclavitud del demonio.

Para recordar y meditar

Cuando Moisés tenía ochenta años, ¿qué hizo? ¿Qué obró Moisés entonces para vencer la obstinación del Faraón? ¿Cuáles fueron esos castigos? ¿Y accedió por eso el Faraón? ¿Qué hizo entonces Moisés? y a medianoche, ¿qué mandó el Señor? ¿Qué hizo entonces el Faraón? ¿En qué número partieron los israelitas? ¿A quién representa el cordero pascual?

El paso del mar Rojo

Acababa de salir el pueblo cuando el Faraón, mudándosele el corazón, salió a toda prisa a perseguirlos con todo su ejército y los alcanzó cerca de1 mar Rojo.

A la vista de los egipcios que los perseguían, los israelitas, sorprendidos de terror, comenzaron a gritar y a murmurar contra Moisés. Pero este les dijo que no temieran y aguardasen las grandes maravillas que haría el Señor en ese día.

Entonces Moisés, por orden de Dios, extendió las manos sobre el mar. Las aguas se dividieron hasta el fondo, quedando levantadas como muros de una y otra parte; y toda la noche sopló un viento tan recio y abrasador que secó el fondo del mar.

Por aquella vía entraron los hijos de Israel, guiados por Moisés. Ya se habían adelantado mucho, cuando los egipcios, cegados en su perversidad, quisieron seguirlos por el mismo camino. Ya los carros, los Caballeros y todo el ejército estaban dentro del mar, cuando el Señor levantó contra los egipcios una tormenta furiosa, que derribando los carros con los combatientes, los arrastró a lo profundo.

Llegados a la orilla opuesta, Moisés extendió la mano sobre el mar y en un instante, reuniéndose las aguas, envolvieron al ejército del Faraón de tal modo, que ni uno siquiera se salvó del exterminio.

Los israelitas, viéndose a salvo, reconocieron y alabaron la omnipotencia de Dios, y Moisés compuso para el pueblo, un cántico en acción de gracias al Señor.

El tránsito del Mar Rojo es figura del bautismo. Como los hebreos, siguiendo a Moisés por el Mar Rojo, quedaron salvos, así nosotros, siguiendo a Jesús e incorporándonos a él con el bautismo, alcanzaremos la salvación eterna.

Para recordar y meditar

¿Qué hizo el Faraón después que Israel había salido de Egipto. ¿Cómo quedaron los israelitas a la vista de los egipcios? Entonces, ¿qué hizo Moisés en nombre de Dios? ¿Qué aconteció cuando por aquella vía entraron los hijos de Israel? ¿Qué hizo Moisés cuando llegaron a la orilla opuesta? ¿Qué hicieron los israelitas, viéndose a salvo? ¿De qué es figura el tránsito del Mar Rojo?

Los Israelitas en el Desierto

Los israelitas, pasado el mar Rojo, se encontraron en un desierto y comenzaron a murmurar contra Moisés, diciendo que los había traído allí para que se murieran de hambre y de sed.

Pero Dios manifestó a Moisés que el daría al pueblo plán y carne. por la tarde, en efecto, una infinidad de codornices cubrieron el campamento, y a la mañana siguiente toda la tierra se vio cubierta de unos corpúsculos blancos, que ellos llamaron "mana."

Con este maná, que tenía un sabor de miel y que caía todas las noches, se alimentaron los hebreos por cuarenta años, hasta que entraron en la tierra de Canaán.

También el Señor les dio de beber con prodigios, dulcíficando las aguas salobres y amargas, y haciendo brotar manantiales de las piedras que Moisés golpeaba con una vara.

Cuando hacía meses que los hebreos habían salido de Egipto, llegaron a la falda del monte Sinaí y allí el Señor les dio su ley.

Moisés subió, solo, al monte que estaba cubierto por la gloria del Señor, y entró en la nube; el Señor le habló entre rayos y truenos, dictándole los "mandamientos."

Cuando Moisés bajó de la montaña, halló al pueblo temblando y postrado por el miedo. Refirió todas las palabras de Dios y el pueblo unánimemente respondió que guardarla todos los mandamientos del Señor.

Para recordar y meditar

Pasado el mar Rojo, ¿qué hicieron los israelitas? y Dios, é le manifestó a Moisés? ¿Qué hicieron los hebreos con este maná? ¿Y cómo les dio el Señor de beber? Entre tanto, ¿a dónde llegaron los hebreos? ¿Y cómo subió Moisés? Cuando Moisés bajó de la montaña, ¿cómo encontró al pueblo?

Infidelidad de Los Israelitas

El Pueblo de Israel, que tantos beneficios había recibido de Dios, dio un lamentable ejemplo de inconstancia e infidelidad.

Habiendo vuelto Moisés a la montaña, que humeaba todavía, y permaneciendo allí cuarenta días, los israelitas, cansados de aguardarlo, pidieron a Aarón que les fraguara un dios. El hermano de Moisés fabricó un becerro de oro y lo adoraron, erigiéndole un altar y ofreciéndole sacrificios.

Cuando Moisés bajó del monte y vio las danzas de¡ pueblo que había caído en la idolatría, se enfureció y quebró las tablas de piedra sobre las que Dios mismo había escrito la ley. Moisés redujo a polvo el becerro que habían adorado, castigando severamente a los autores de aquel gran pecado.

Entonces el pueblo, confundido y aterrado, se arrepintió, lloró amargamente su pecado y el Señor se compadeció de él.

Moisés volvió nuevamente a la montaña, quedándose en ella otros cuarenta días, al cabo de los cuales, recibidas del Señor otras dos tablas de la ley, volvió junto al pueblo.

Habiendo llegado Moisés con el pueblo hebreo a los confines de la tierra de Canaán, envió diez hombres, entre los que estaban Josué y Caleb, a reconocerla y explorarla. Estos partieron y la exploraron con toda diligencia.

A su vuelta, los exploradores, en prueba de la prodigiosa fertilidad de aquel país, trajeron consigo un racimo de uvas tan pesado que lo cargaban dos hombres. Todos, a excepción de Josué y Caleb, dijeron que aquellos habitantes eran gentes de rtita estatura, y tan fieros, que intentar combatirlos era ir a una muerte cierta.

Frente a esas noticias, todo el pueblo se echó a llorar y a murmurar de Moisés y contra Dios. Y cuando Josué y Caleb quisieron calmarlos, mostrando que el Señor era más fuerte que todos aquellos enemigos, por poco no los apedrearon.

Por éstas y otras faltas, el Señor condenó al pueblo de Israel a errar por cuarenta años en el desierto, y juró que ninguno de los que habían salido de Egipto, excepto Josué y Caleb, entraría en la tierra prometida; y Dios no faltó a su palabra.

Para Recordar y Meditar

¿Oué hizo entonces el pueblo de Israel? Habiendo vuelto Moisés a la montaña, ¿qué hicieron los israelitas? ¿Qué hizo Moisés cuando descendió de¡ monte? Entonces, ¿qué hizo el pueblo? Cuando el Señor se hubo compadecido de¡ pueblo, ¿qué hizo Moisés? Llegado Moisés a los confines de Canaán, ¿qué hizo? ¿Qué trajeron consigo los exploradores a su vuelta? Frente a esas noticias, ¿que hizo el pueblo? Por estas faltas, cómo castigó el Señor al pueblo de Israel?

Muerte de Moisés

Ya todos los israelitas, librados de la esclavitud del Faraón, a excepción de Josué y Caleb, habían muerto. Una generación nueva había crecido y el Señor iba a introducirla en la tierra de Canaán.

A Moisés, sin embargo, no le fue dado entrar en la tierra prometida.

Una vez, le había ordenado el Señor que golpeara una peña con su vara para sacar agua. Pero él, aunque lo hizo, se mostró desconfiado de la palabra divina, por no haber brotado inmediatamente el agua. por esto Dios no concedió a Moisés entrar en la tierra prometida, sino tan sólo verla desde lejos.

Había llegado Moisés a una alta edad y, acercándose el día de su muerte, hizo juntar a todo el pueblo alrededor del tabernáculo del arca santa.

Era el tabernáculo un pabellón de pieles y de telas preciosísimas. Bajo él estaba el arca de la alianza, que Moisés había hecho construir de maderas preciosas, cubriéndola por dentro y por fuera de oro preciosísimo, y en la que había puesto las tablas de la ley.

Cuando el pueblo estuvo reunido, Moisés le recordó los beneficios recibidos de Dios, exhortándolo a mantenerse fiel en su servicio. Constituyó a Josué por sucesor y, profun-

damente conmovido, bendijo a cada tribu, y por último a todo Israel.

En seguida subió a la cumbre del monte que el Señor le había mostrado, desde donde vio la tierra prometida. Allí murió y ningún hombre conoció jamás el lugar de su sepultura.

Fue Moisés un varón admirable por su sabiduría y demás virtudes, y los hijos de Israel lo lloraron durante treinta días.

Para recordar y meditar

En la época de la muerte de Moisés, ¿cómo se hallaban los israelitas? a Moisés, ¿le fue dado llegar a la tierra prometida? ¿Y qué falta había cometido Moisés? ¿Qué hizo Moisés llegado a la ancianidad? ¿Qué era el tabernáculo? ¿Qué hizo Moisés cuando el pueblo estuvo reunido? en seguida, ¿dónde subió Moisés? ¿Fue Moisés un varón admirable?

Ocupación de

la Tierra Prometida

Después de la muerte de Moisés, el Señor dijo a Josué que pasara el Jordán y condujera a los hijos de Israel a la tierra que les había prometido.

Josué hizo pasar primero el arca de la alianza. Luego las aguas del Jordán se separaron, como había sucedido con las del mar Rojo, y el pueblo cruzó el río.

Había en aquellos parajes una ciudad fortificada con muros y defendida con almenas, llamada Jericó, la cual no podía ser asaltada ni asediada fácilmente.

Josué ordenó que se llevara el arca alrededor de los muros de Jericó y que le precedieran los sacerdotes tocando sus trompetas. El arca fue llevada por siete días y por siete veces, y el último día, las torres y los muros se desplomaron de súbito, y la ciudad fue tomada y destruida.

Expugnada la ciudad y aceptada la rendición de los gabaonitas, Josué marchó a libertar la ciudad de Gabaón, sitiada por cinco reyes que se habían coligado contra él. Los acometió con grande ímpetu y los derrotó llenándolos de espanto.

Declinaba ya el día. Josué, queriendo acabar con los enemigos, mandó al sol que se parase. y el sol se paró, hasta que el ejército contrario quedó completamente destruido.

Habiendo subyugado en seguida a otros reyes y pueblos, Josué estableció a los hebreos en la tierra que les estaba destinada. Dividió entre las doce tribus los campos y las ciudades que había tomado, y murió al cabo de algunos años.

Desde entonces, la potestad suprema pasó a los jueces, entre los cuales fueron célebres Gedeón, Sansón, Elí y Samuel.

Para recordar y meditar

Después de la muerte de Moisés, ¿qué dijo el Señor a Josué? ¿Qué hizo Josué con el arca de la alianza? ¿Qué ciudad había en aquellos parajes? ¿Qué ordenó, pues, Josué? ¿Contra quiénes marchó Josué? ¿Qué hizo Josué, viendo que ya declinaba el día? Habiendo vencido a esos reyes, ¿qué hizo Josué? Desde entonces, ¿a quiénes pasó la potestad suprema?

Go to the top


Panfleto Misionero # SZ01

Ortodoxa Rusa de la Santa Protección

2049 Argyle Ave. los Angeles, California 90068

Editor: Obispo Alejandro (Mileant)

(antiguo_testamento_1.doc, 10-15-99).