Selectas Vidas

de Santos

Parte 3

Mayo-Junio

 

Obispo Alejandro Mileant.

Traducido por Dra. Ludmila Betin

  


Contenido: Ascetismo monástico. Vidas de Santos:

Mayo

Santa Tamara Reina de Georgia

San Atanasio el Grande

Santa Pelagia

Santa Martir Irina

Apóstol San Juan el Teólogo

San Mártir Cristóbal

Santa Taisia (Tais).

Santos Padres Cirilo y Metodio (equiapostólicos).

San Pacomio el Grande

Santos Emperadores Constantino y Elena.

Hallazgo de la Santa Cruz.

Santa Eufrosina condesa de Polotzk

Junio

Príncipe San Igor

Santo Mártir Leonidas

Santos Mártires Alejandro y la doncella Antonina

Santo Mártir Leoncio

Profeta San Juan Bautista

Santa Mártir Leonida

Apóstol San Pedro

Apóstol San Pablo

 

 

Ascetismo monástico

(Los santos reverendos).

Hay personas que se entregan totalmente a la ciencia, a las artes, a la política o a otra actividad que les gusta. ¿Porque? Pues porque ellas tienen esa vocación. Ellas contribuyen al progreso de aquellas ramas de la educación, y cultura a la cual se dedican. Por otro lado existen personas, a las cuales no les interesa tanto el progreso intelectual, sino la adquisición de la perfección interior. Ellas buscan la rectitud y para lograr este fin se vuelven monjas o monjes.

La vida en el mundo poco ayuda a la perfección espiritual, mas bien ella la entorpece El Evangelista San Juan el Teólogo, explica como, la vida cotidiana de la sociedad está envenenada por un triple mal: "Todo lo que hay en el mundo: los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida" Por ello, "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo" (1Juan 2:15-16). El objetivo del monasticismo es ayudar a liberar a la persona del mal que domina a este mundo: de la concupiscencia de la carne - por el camino de la castidad y la abstinencia; de la concupiscencia de los ojos (es decir, - pasión hacia la riqueza, a los bienes de este mundo) a través del camino del rechazo de los bienes propios; y del orgullo - obediencia al padre espiritual. Al derrotar al mal en su raíz, el monasticismo pone a la persona en el camino recto hacia la perfección espiritual.

La palabra "monje" proviene de la palabra griega "solo." Monje significa el que vive en soledad. Los monasterios surgieron como viviendas solitarias y alejadas del mundo. El monasticismo es un modo de vida, que se distingue de la forma común de vida de las personas de este mundo. De aquí el nombre en ruso - "Inoc," monje - en castellano, que significa una persona "diferente."

A través de muchos caminos se puede llegar al Reino de los Cielos, el Evangelio ofrece a la persona para su elección una gran amplitud de modos de vida. Basta que haga el bien y se aleje del mal. Aunque para aquellos que sienten el llamado a una forma de vida más perfecta, El Señor dice "Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame... si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo, luego ven, y Sígueme...""Hay vírgenes (eunucos) - con la intensión de ganarse el Cielo. El que pueda ser capaz de esto, séalo. El que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser discípulo Mío" (Mateo 16:24; 19:12-21, Lucas 14:26-33) Aquí se señalan en particular aquellos requisitos importantes de los cuales se componen los votos monásticos. (promesas que se hacen a Dios al ingresar al monasticismo).

La aspiración a una forma ascética de vida comenzó al mismo tiempo que el cristianismo. Según San Cassian, el reverendo (siglo 4), los primeros monjes fueron los discípulos del Evangelista San Marcos quien fue el primer obispo de Alejandría (en Egipto). Ellos se alejaron hacia los lugares mas apartados de la ciudad, en los cuales llevaban una forma de vida reglada y espiritualmente mas elevada, establecida por San Marcos.

Filón, el historiador hebreo, contemporáneo de los apóstoles habitante de Alejandría, describe la vida de algunos terapeutas, que se alejaron a los suburbios de Alejandría, exactamente como describió San Cassiano la vida de los primeros monjes alejandrinos, llamando monasterios a sus viviendas.

Hay también testimonios que en Siria el monaquismo apareció ya desde los tiempos apostólicos. Santa Eudoxia que vivió desde el año 96 d.C., en la ciudad de Heliópolis de Siria, durante el reinado de Trajano, fue convertida al cristianismo por San Germán, que era el superior del monasterio de hombres, en el cual vivían 70 monjes. Ella misma después de convertirse al cristianismo ingresa al convento en el cual había 30 monjas.

A pesar de la escasez de testimonios documentados, no hay duda de que el monaquismo comenzó en la época de los apóstoles. Difícil es imaginarse que, en esos tiempos de gran ardor espiritual, no hubiese existido cristianos, que seguían las enseñanzas, del Apóstol San Pablo en cuanto a la virginidad, descrita en la Epístola a los Corintios (1 Cor. 7). Un ejemplo vivo para estos vírgenes siempre fue y será el mismo Señor Jesucristo, La Santísima, siempre Virgen, María, el Profeta San Juan Bautista, el muy querido discípulo y también virgen Juan el Teólogo, el Apóstol Pablo, el Apóstol Santiago, hermano del Señor y primer obispo de Jerusalén, y muchos otros. Es a este gran ejemplo que siguió el monaquismo, esa es su fuente espiritual y es allí donde nació.

Así mismo explica el nacimiento del monaquismo el Santo Abad Doroteo el cual escribe: "Ellos (los cristianos) entendieron, que hallándose en este mundo, no podían perfeccionarse en la virtud, por lo cual eligieron un modo de vida especial una forma peculiar de obrar y sobrellevar el tiempo, - es decir la vida monástica, comenzaron a alejarse de las personas y a vivir en los desiertos, sometiéndose a ayunos y vigilias, durmiendo en el suelo y sobrellevando voluntariamente distintos sacrificios, renunciando a su patria, familiares, bienes y adquisiciones. En una palabra ellos se crucificaron para el mundo."

En las antiguas comunidades monásticas se atendía principalmente a las actividades espirituales: a la oración, a los ayunos, a la meditación y razonamiento sobre Dios y al mundo espiritual. Pero también se consideraba imprescindible, para variar las tareas, el esfuerzo físico ya que constituía una modo de conseguir su (sustento) alimento y la posibilidad de ayudar a los pobres. Al comienzo del siglo 4 en Egipto surge el deseo espontaneo hacia el monastisismo.

El debilitamiento de la rigurosidad de la vida cristiana, y el ingreso en la Iglesia de tales paganos, que aun al convertirse, seguían preocupándose de lo mundano, despertó aun más en los cristianos celosos (aplicados) el alejamiento de las ciudades y de las aldeas hacia el desierto, para que allí alejados de las preocupaciones mundanas, llevar una vida ascética de autorenunciamiento, oración y meditación acerca de Dios. Entre tales ascetas el primer lugar lo tiene San Antonio el Grande, que nació en el año 251 en Egipto. Deseando estar en una soledad absoluta se instaló en una fortaleza destruida sobre las orillas del río Nilo. 20 años vivió él allí, en completa soledad, sometiéndose a distintos renunciamientos, rezando, y ayunando. Con el tiempo muchas personas se enteraron de la vida de San Antonio, y comenzaron a visitarlo. Algunos fueron a vivir junto a él, para llevar una vida ascética bajo su guía. Así alrededor de San Antonio se formó un círculo de discípulos ascetas (año 305).

San Antonio no dio normas en forma detallada respecto a la vida monástica, pero explicó el camino dando una visión general, a través del cual se puede lograr la perfección moral deseada. Así con el ejemplo de su vida él les enseña el renunciamiento a los bienes terrenales, en completa sumisión a la voluntad de Dios, a la oración ininterrumpida, a la meditación de Dios en soledad y al esfuerzo físico. San Antonio, estableció la vida monástica eremítica. Según el orden establecido por él, los ascetas, se encontraban bajo la guía de un abad (padre-superior) vivían en forma separada unos de otros en celdas, o grutas, sometiéndose al solitario ascetismo. A estas comunidades ascéticas se las denominaba Lavra (monasterio muy grande).

Pero, todavía durante la vida de San Antonio comenzó a introducirse otra manera de vida monástica, - en forma comunal. Los ascetas, se reunían en una comunidad bajo el mando de un abad, y vivían juntos en una o varias viviendas, observando el mismo reglamento. Este tipo de comunidad se llamaba Cenobio (en ruso kinovia). El fundador de las comunidades monásticas fue San Pacomio, el Grande (año 348).

San Pacomio, también nació en Egipto. Estando bajo el servicio militar durante una incursión, tuvo el deseo de hacerse cristiano al tener la oportunidad de conocer la beneficencia cristiana, y efectivamente, al terminar su servicio, se bautizó. Al conocer la vida ascética en el desierto de Tebaida, San Pacomio eligió para sus futuros esfuerzos ascéticos un lugar cerca del río Nilo conocido como Tavena, aquí le surgió la idea de establecer una comunidad monástica. En una de las islas sobre el río Nilo, él organizó un monasterio, en el cual los que, deseaban podían vivir juntos, en mutuo sacrificio.

La noticia sobre su ascetismo, pronto atrajo a muchos discípulos, así que el monasterio construido por él, no pudo contener a todos, y él fue obligado a fundar varios monasterios mas, encontrándose uno cerca del otro sobre la orilla del río Nilo. También él construyó un convento de mujeres en la orilla contraria del río Nilo, en el cual, ingresó su hermana.

En los monasterios creados por él, San Pacomio llevaba un determinado reglamento de vida comunitaria. Este fue el primer estatuto monacal. Toda la comunidad estaba dividida por este Santo, en 24 clases, de acuerdo al desarrollo espiritual dirigida por un solo abad. Cada monasterio tenia a su superior, denominado igúmeno o abad. A su vez ellos estaban bajo el mando de un abad superior, al cual le comunicaban sobre la condición de sus monasterios. En los mismos también había ecónomos y ayudantes, responsables de su dominio. Los superiores debían dar ejemplo de vida para el resto de los hermanos. Bajo la dirección de su superior, los monjes debían llevar una vida en oración, leer libros de contenido espiritual, en especial, las Sagradas Escrituras, y someterse a labores. Los oficios divinos colectivos se realizaban 2 veces al día - a la mañana y a la noche. Los monjes se reunían bajo una señal determinada, con humildad y en silencio, leían las Sagradas Escrituras, oraciones, y cantaban salmos. Los domingos recibían los Santos Sacramentos. A parte de esto, debían rezar individualmente, antes y después de dormir. Después de los oficios o de las oraciones el superior conversaba con los hermanos sobre la vida cristiana. Los monjes se dedicaban a la lectura en sus habitaciones (celdas), en los tiempos libres después de sus oraciones y trabajos. Los libros eran entregados por el ecónomo de la biblioteca del monasterio.

Los monjes labraban la tierra, hacían jardines, trabajaban en herrería, en los molinos, en los talleres de cuero, en carpintería, en paño, y tejían canastos. Iban al trabajo en orden, y en silencio, detrás de su superior. El silencio era prescrito en cada momento. Todas estas obligaciones debían realizarse con una obediencia incondicional (indiscutible). Sin permiso del superior ninguno de los hermanos podía, salir del monasterio o empezar otro trabajo. Todos los monjes usaban la misma ropa, la más sencilla. La ropa interior era de lino - una túnica sin mangas, la de arriba - de cuero. La cabeza se cubría con un gorrito de tejido de crines. Y en los pies --sandalias. Esta vestimenta no se sacaba nunca ni siquiera para dormir. Los monjes de San Pacomio no tenían camas, solo había asientos entre las dos paredes, se podía extender abajo solo una estera. Los monjes se levantaban mucho antes del alba, comían una sola vez al día, normalmente al mediodía, y el sustento era de lo más simple. Se alimentaban con pan, aceitunas, queso, verduras, y frutas. El domingo se ofrecía una cena. Comían todos juntos y en silencio.

Una de las principales promesas monacales del reglamento del abad San Pacomio es la (austeridad) no acumulación de riquezas. Al ingresante en la comunidad monacal, no se le permitía traer ningún bien, hasta su ropa mundana se donaba a los pobres. El trabajo realizado por aquel u otro hermano, no le pertenecía a el si no, a toda la comunidad. Los monjes recibían de los recursos comunitarios del monasterio, todo lo indispensable para su existencia Los ecónomos administraban el aprovisiona- miento de la alimentación y de la ropa de tela de los hermanos, realizados en el monasterio o comprados fuera de el con dinero, obtenido por la venta de productos monásticos. Para que estas reglas se cumplan, San Pacomio estableció, que a los ingresantes a la comunidad no se los debía recibir antes de haber transcurrido un año de prueba. Durante la vida de San Pacomio la organización monacal establecida por él, aumenta a siete mil monjes, y cien años después a cincuenta mil.

La forma de vida ermitaña y comunitaria pronto se propagó por todo Egipto y pasó, a otros países. Así Amon estableció una comunidad de ermitaños sobre el monte Nitria con un desierto lindero; San Macario de Egipto-en el desierto de Skit, adonde habitaban muchos ascetas extraordinarios. Hilarión el discípulo amado de San Antonio trasladó el monaquismo a su tierra natal, a Palestina, y en la cercanía de Gaza fundó un monasterio. De aquí el monasticismo se propagó por toda Siria y Palestina.

San Basilio el Grande, realizando un viaje por Egipto y Palestina, al familiarizarse allí con la vida monacal, la difundió en Capadocia (En Asia Menor, actualmente Turquía), tanto para mujeres, como para los hombres. El reglamento que dio a sus monjes pronto se propagó por el este y se hizo universal. En el siglo 5 todo el oriente estaba diseminado por monasterios: De los ascetas del siglo 5 eran sobresalientes Isidoro de Pelusio, Simeón Estilita, Eutimio, Savva el Iluminado, y muchos otros.

San Simeón, nacido en Siria, muchos años dedicado a la oración sobre una columna, no se bajaba de la misma sufriendo hambre y la intemperie. Él inició un nuevo modo de ascetismo - el estilita. Eutimio, fundador del monasterio en Palestina, por su ascetismo recibió el don de realizar milagros. San Savva discípulo de Eutimio, comenzó su vida de ermitaño a los 8 años. Él estableció muchos monasterios en Palestina e introdujo en ellos el reglamento de oficios.

Además del estilismo, en el siglo 5 apareció otro modo de ascetismo en la comunidad la de los "No Durmientes." El monje Alejandro organizó un monasterio, en el cual los oficios se realizaban diariamente (durante el día y la noche), en forma continua. Studion un habitante acaudalado de Constantinopla, al cual le agradó este orden, construyó en esa ciudad un monasterio semejante e invitó a su comunidad a los ascetas "No Durmientes." Ese monasterio recibió el nombre de Studita.

En el siglo 6 vivían ascetas admirables como Simeón el Necio (como sacrificio por Cristo fingía de ser loco), y de esta forma consiguió una plena impasibilidad, y San Juan Climaco durante muchos años dedicado en el monte Sinaí, el cual escribió una obra, conocida con el nombre "Escalera al cielo" ("Lestviza") en la cual representó los grados de elevación espiritual hacia la perfección deseada. En el siglo 7 - San Alipio el Estilita dedicado a la oración más de 50 años sobre una columna. Al final del siglo 8 y comienzo del siglo 9, como representante de una vida monacal severa fue Teodoro Studita, conocido defensor de la veneración de las imagines santas. De su monasterio, conocido por la severidad de la vida monacal, salieron muchos ascetas devotos, por ejemplo en el siglo 9 Nicolás, sometido a torturas por venerar a los iconos. Inocencio, célebre por su don de videncia y otros.

En el siglo 9 aparecieron ermitaños en monte Athos, como San Pedro en el siglo 11, que se sacrifico allí en soledad durante más de 50 años, San Atanasio (siglo 10), que organizó un monasterio en monte Athos, en el cual en poco tiempo aparecieron muchos ascetas.

Una inmensa dimensión, y un gran logro espiritual alcanzó el monasticismo ruso, comenzando con San Antonio y Teodocio de Kievo-Pechersk, y terminando con los Santos Ancianos de Optina. Lamentablemente, aquí no hay posibilidad de narrar la historia del florecimiento y crecimiento de la experiencia espiritual del monacato ruso.

Ningún tipo de vida anterior puede impedir el ingreso al monacato, porque el mismo consiste en el arrepentimiento de los pecados, y el monasterio - como una clínica para los enfermos. El que ingresa al monasterio en primer lugar se encuentra bajo prueba, con el fin de definir y cuantificar, la veracidad y sinceridad de su deseo para dedicarse a la vida monástica.

En caso de que el superior del monasterio se convenza de la sinceridad de las intenciones, del nuevo hermano, lo bendice para que lleve el levitón eclesiástico, ((es una vestimenta larga y negra, con mangas angostas)con un cinto y una scufia (gorrito de forma cónica). Así, encontrándose a prueba el futuro monje, lleva el nombre de "obecedor," pues su principal obligación es aprender a obedecer a su padre espiritual.

En el cumplimiento a conciencia, de las obligaciones impuestas, el novicio debe revelar toda su paciencia y humildad - virtudes básicas de los monjes. "La obediencia es superior al ayuno y a la oracion" - es un dicho monacal. Esto es así pues la obediencia fundada en la paciencia y humildad sirve para exterminar a la enfermedad más importante del alma, que es la soberbia y el amor propio, del cual surgen todas las iniquidades.

Cuando el novicio, al transcurrir un tiempo determinado, demuestra con su buen comportamiento la sinceridad de su aspiración por la vida monástica él puede ser tonsurado como hermano, o sea, el primer nivel monástico. Todavía no da ninguna promesa, pero por lo general, recibe un nuevo nombre, y puede usar, aparte de la sotana y la escufia una cogulla (una sotana, vestimenta larga y negra con mangas anchas, que se usa encima de la sotana simple, con mangas angostas) y la kamilavka (especie de birrete, ensanchado arriba). Para el tonsurado para este primer escalón preparatorio la vida monacal existe un orden de oficio divino especial llamado "Orden para la vestimenta de la sotana y el atavío."

"El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor, pero el casado tiene cuidad de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer"(1 Cor.7:32-34).El Señor le dijo al joven que buscaba la vida eterna "Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo" (Mat.19:21). Basándose en estas expresiones, los monjes renuncian a toda propiedad, para que nada le entorpezca conseguir la perfección espiritual.

Dise San Gregorio el Teólogo, - "solo debe preocuparse el monje, de no ser arrebatado, pues lo único que él tiene es su cuerpo cubierto por harapos. Que sean otros, los que tomen medidas para protegerse ya que han acumulado mucho dinero. Toda mi posesión se reduce a Dios. Nadie puede arrebatarme ese tesoro, en lo que respecta a lo demás, que me lo lleven. Mi estado es el más seguro, y sobre lo que yo tengo dominio, siempre estará conmigo. El Señor es mi suerte (parte). No quiero tener nada fuera del Señor. Cuando sirvo al altar Tengo vestimenta y alimento, con ello seré feliz, y pobre iré detrás de la pobre Cruz, para que sin tropiezos me dirija, a la montaña, elevándome, como dice el Apóstol, sobre las nubes al encuentro del Señor, en el aire."

El mayor número de Santos surgió del medio monástico, y esto en verdad es así ya que la vida monástica tiene como objetivo, la perfección moral. A los santos provenientes de la clase monástica, se los denomina "reverendos padres," "venerables," en señal de que ellos mas que otros se asemejaron a Cristo. Se convierte en monje aquella persona, que siente que en la vida todo es agitación, la que quiere liberarse de la esclavitud y desea encontrar a Dios. El camino monacal es un camino en línea recta de brevíssima distancia entre dos puntos-Dios y el hombre.

Dentro del medio monacal, nació una literatura espiritual riquíssima. Para la mayoría de los laicos ella es "matemática superior." Los estados espirituales allí descriptos son inaccesibles para las personas que llevan una vida mundana. Por lo contrario algo de esta literatura ascética es accesible para todos los que buscan a Dios. La gente rusa, amaba leer libros tales como "La Filocalia," que contiene en cinco tomos las instrucciones de los ascetas; "Escala Espiritual" de Juan, abad del Monte Sinaí; "La batalla Invisible," de San Nicodemo de la Santa Montaña, "Consejos Útiles para el Alma, del abad Doroteo, las instrucciones de los santos ancianos Juan y Varsanofio, relatos sobre antiguos ascetas en "Lavsaic" del obispo Paladio de Eleanópolis, y en "El Prado Espiritual" del beato Juan Mosja. Son más accesibles al lector contemporáneo las cartas del obispo Teófan el Eremita, las composiciones del obispo Ignacio Brianchaninov, los consejos de los Santos Ancianos de Optina, "Las conversaciones con Motovilov" de San Serafín de Sarov.

Antes de la revolución, Rusia, estaba cubierta por monasterios. Fue enorme la influencia espiritual y moral sobre vida cotidiana del pueblo, la literatura, la historia y la cultura rusa. Los peregrinos rusos hallaban dentro de las paredes de los santos monasterios la renovación moral, la tranquilidad y las fuerzas para el combate contra el pecado, recibiendo por medio de ellos el ejemplo ideal de vida. Los monasterios, eran centros de salud espiritual para todo el país.

 

Santa Tamara, Reina de Georgia

14 de mayo (1° de mayo por el calendario religioso).

Santa Tamara, reina de Georgia, (1184- 1213), fue la hija de Gregorio III y de la hermosa Burdujan. Durante la vida de su madre, el cristianismo se propagó en muchos lugares de Georgia. Tamara dejo un recuerdo muy bueno entre su gente. Muchos georgianos la consideran como la sanadora de las dolencias. Es famosa a través de las leyendas georgianas su: humildad, mansedumbre, sabiduría, religiosidad, amor al prójimo, y belleza.

Santa Tamara, convocó a un concilio eclesiástico, el cual alejó el desorden en la vida de la Iglesia y cambió a los deshonrosos jerarcas. También fue exitosa su actividad gubernamental, gracias a lo cual el reinado Georgiano creció y se fortaleció.

San Atanasio el Grande

15 de mayo (2° de mayo por el calendario religioso).

Desde la época de los Apóstoles viene una fila ininterrumpida de Santos Padres y educadores de la Iglesia. Se acostumbra denominar como Padres de la Iglesia a los escritores de la Iglesia (principalmente en la dignidad de obispo), que sobresalían por su santidad de vida. Los escritores de la Iglesia, no reconocidos como Santos, se llaman educadores de la Iglesia. Los padres y maestros de la Iglesia, guardaron en sus obras, las tradiciones de los apóstoles explicaron la enseñanza verdadera de la Fe y la piedad. Ellos fueron defensores de la ortodoxia en los momentos difíciles del combate contra los herejes y los falsos maestros, y su vida y actividad, aparecen como un gran ejemplo de la vida espiritual.

El siglo IV es célebre en especial por la aparición de grandes maestros, quienes fueron los defensores de la santa Fe, en esa época, cuando la paz de la Iglesia por mucho tiempo fue muy sacudida por la herejía arriana, (los arrianos negaban la naturaleza divina de Nuestro Señor Jesucristo).

El primer gran luchador contra el arrianismo fue San Atanasio El Grande (293-373).

Provisto de dones fuera de lo común, San Atanasio recibió su educación bajo la dirección de los arzobispos de Alejandría, Pedro y Alejandro. San Antonio el Grande, fundador del monasterio egipcio influyó mucho sobre San Atanasio, el cual relató su vida. Con fundamento estudio las Sagradas Escrituras, las obras de los primeros escritores religiosos, y los antiguos clásicos, el tomó en esa época, el importante e influyente, cargo de archidiácono ante el arzobispo Alejandro y fue su celoso ayudante en las primeras luchas contra las herejías arrianas.

San Atanasio, colaborador muy cercano y de confianza del arzobispo Alejandro, al acompañarlo al primer Concilio Ecuménico, llamó sobre sí la atención de todos: sobresalió por su fuerza de elocuencia y nadie se opuso a Arrio tan fuertemente como él. No alcanzó a pasar un año cuando el joven archidiácono Atanasio fue elevado a la cátedra arzobispal de Alejandría. A pesar de su temprana edad (28 años) el arzobispo Atanasio, tomó en sus manos con firmeza la dirección otorgada de esta gran localidad: visitó las Iglesias de sus alrededores y monasterios, se acercó a sus obispos, ordenó a Frumencio Obispo de Abisinia para el fortalecimiento de la Iglesia, visitó monasterios diseminados ampliamente por Tebaida y en otras regiones de Egipto, estuvo con San Antonio el educador de su juventud.

Enérgico y amable, inflexible con lo verdadero y benévolo con los extraviados, poseedor de un tacto extraordinario para tratar con personas de profunda sagacidad mental, el arzobispo Atanasio, con una educación múltiple, consiguió enseguida el respeto y el afecto de todos. Pero la época de paz de su actividad pastoral se mantuvo no más de dos años, después de ello comienza para el una serie de pruebas y desgracias. Los seguidores de Arrio, encabezados por el obispo Eusebio de Nicomedia cercano a la corte imperial y amigo de Arrio, desde la escuela de Antioquía, trataban por todos los medios hacer volver a Arrio a la Iglesia, también supieron predisponer a su favor a Constancia hermana del Emperador Constantino y con su ayuda también al emperador. Estaban decididos a hacer volver a Arrio de su destierro-, como si estuviese arrepentido de sus extravíos-y que el arzobispo de Alejandría lo reciba en comunión con la Iglesia

Al comprender San Atanasio la viveza y la hipocresía (simulación) de los falsos educadores, se negó a recibir al heresiarca, el cual no reconocía la naturaleza divina de Nuestro Señor Jesucristo. Desde ese momento comenzó la persecución del confesor de Cristo, y se inventaron contra él, las peores calumnias. Lo culpaban de haber recaudado ganancias injustas de la Iglesia, de mantener relaciones con los enemigos del imperio, decían, que había matado a un obispo de nombre Arsenio, y que utilizaba para hacer brujería, la mano que le había cortado. Se encontraron personas que creyeron esas absurdas mentiras, por lo que, San Atanasio tuvo que defenderse en un juicio. Aquí los enemigos de San Atanasio mostraban la mano, como si se la hubiesen encontrado. Pero para vergüenza de ellos se presentó en el juicio el mismo Arsenio. Ante una señal, él entro y mostró sus manos, las que le dio el Señor. Ante ello los enemigos de San Atanasio se pusieron furiosos, se abalanzaron sobre él, y por poco casi lo ahorcan. Así era también durante la vida del emperador Constantino, que era el protector de la Iglesia. Los gobernantes posteriores, Constancio el Arriano, y Julián el Apóstata, persiguieron abierta y directamente a San Atanasio, no pudiendo doblegar su inquebrantable firmeza.

Hubo un tiempo en el cual los celosos coparticipantes de San Atanasio, en la lucha contra los arrianos, Oseas obispo de Córdoba, el papa Liberio de Roma, semejantes a el por haber sido encerrados y separados de sus cátedras, dudaron en su firmeza y aceptaron concesiones frente los arrianos. Solamente San Atanasio quedó como guía inquebrantable de los ortodoxos en la lucha contra los herejes. Durante sus casi cincuenta años de santos servicios, San Atanasio fue expulsado cinco veces de Alejandría, cerca de veinte años estuvo desterrado y preso, hasta los últimos momentos de su vida luchó contra los herejes y celosamente trató de restablecer la paz y la unidad de pensamiento en la Iglesia.

En medio de los esfuerzos y las preocupaciones de la vida ascética San Atanasio, escribió muchas obras con enseñanzas para los creyentes defendiendo la ortodoxia. Sus obras fueron publicadas en ruso en cuatro tomos. Las ideas y afirmaciones de San Atanasio tienen también actualmente un gran significado y fuerza - el lenguaje en ellos es metafórico y de una gran riqueza. El valiente arzobispo falleció a los 75 años.

Tropario: Arzobispo Atanasio, fuiste columna de la ortodoxia, fortaleciendo a la Iglesia con los Divinos Dogmas. Venerable Padre, al confesar al hijo consustancial al Padre avergonzaste a Arrio. Ruega a Cristo Dios que nos conceda gran misericordia.

 

Venerable Mártir, Santa Pelagia

17 de mayo (4 de mayo por el calendario religioso).

Santa Pelagia nació en Tarso (Asia Menor) de padres muy conocidos - paganos. Ella se distinguía por su indescriptible belleza y por su brillante educación. El emperador Dioclesiano (284-305) quería casar a Pelagia con su heredero adoptivo, pero ella, al tener fe en Jesucristo, deseó dedicarle su vida, y negó su mano al heredero del emperador. Al bautizarse, Pelagia decidió iluminar con la fe de Cristo a su madre pagana. Pero aquella, respondía a ello porfiadamente, y con maldad llevó a su hija ante el novio rechazado, y se la entregó en sus manos.

El novio sabiendo, que Pelagia no va a renunciar a la fe de Jesucristo, y que a causa de ello la van a torturar como a los demás cristianos, cayó en una profunda tristeza y se suicidó. Esto enfureció mas todavía a la madre de Pelagia, por lo que la llevó ante Dioclesiano para enjuiciarla. Al ver el Emperador a Pelagia quedó prendado de tanta hermosura, y quiso casarse con ella. Pelagia le respondió -"yo tengo por novio a Jesucristo, por el cual estoy dispuesta a morir." Entonces el Emperador ordenó entregar a la santa doncella para martirizarla. Después de horribles tormentos, pusieron a Pelagia dentro de un toro de cobre encendido. Allí entregó su alma al Señor en el año 287.

Kondakio: Honorabilísima Pelagia, despreciando lo temporal, te hiciste partícipe de los bienes celestiales, por lo que recibiste la corona del martirio, habiendo ofrecido a Cristo El Soberano el don del torrente de tu sangre ruega para que los que veneramos tu memoria, seamos librados de las desgracias.

 

Santa Mártir Irene

18 de mayo (5 de mayo por el calendario religioso).

Santa Irene de origen eslavo, vivió en la segunda mitad del primer siglo, era hija de Licinio gobernante de la ciudad de Magedòn en Macedonia. Ya en su juventud Irene creyó en Jesucristo, al comprender la futilidad de la vida pagana. De acuerdo a la tradición fue bautizada por el Apóstol Timoteo, discípulo del Apóstol San Pablo. Deseando dedicar su vida al Señor, Santa Irene, renunció al casamiento. Al conocer mas profundamente la fe cristiana, Santa Irene empezó a convencer a sus padres para que se conviertan al cristianismo. El padre de Irene en principio comenzó a escuchar sus palabras con benevolencia. Luego se enojó con ella, y cuando ella renunció venerar a los ídolos, la arrojó bajo las patas de los caballos salvajes. Sin tocar a la mártir, los caballos se tiraron sobre el padre y lo aplastaron hasta matarlo. Cuando por sus oraciones él fue devuelto a la vida, él, toda su familia, y 3000 personas mas se hicieron creyentes.

Después de ello, Santa Irene comenzó con decisión a profetizar sobre Jesucristo entre los habitantes de Macedonia, por lo cual muchas veces fue sometida a sufrimientos y humillaciones. Por orden del gobernante de Sedeka, a Santa Irene la tiraron en un pozo con víboras, luego trataron de serrucharla, finalmente la ataron a la rueda del molino. Los sufrimientos de Irene eran acompañados por señales milagrosas, atrayendo a muchos a creer en Cristo. Así las víboras no tocaban a la mártir, los serruchos no lastimaban su piel, la rueda del molino no giraba. El mismo atormentador Vavodón creyó en Jesucristo y se bautizó. En total, gracias a Irene se convirtieron alrededor de 10.000 paganos.

Cuando el Señor comunicó a Irene el día de su deceso, ella se fue a una gruta dentro de una montaña en las cercanías de la ciudad de Efeso, y a pedido de ella la entrada fue cerrada con piedras. Al 4° día, sus conocidos volvieron a la gruta, y, al abrirla, no encontraron en ella el cuerpo de Santa Irene. Todos comprendieron que ella fue llevada por el Señor al Cielo.

En el antiguo Bizancio era muy venerada la conmemoración de Santa Irene. En Constantinopla se construyeron varios templos magníficos en su memoria.

 

Apóstol San Juan el Teólogo

21 de mayo y 9 de oct. (8 de mayo y 26 de sept. por el calendario religioso).

El Apóstol y Evangelista Juan, llamado el Teólogo, fue hijo de un pescador de Galilea, Zebedeo y Solomea. Zebedeo poseía una fortuna considerable, pues tenia obreros, y era también, un prominente miembro de la sociedad hebrea, y tenía tratos con el Sumo sacerdote. Su madre Solomea es mencionada entre el numero de mujeres que servían al Señor, con su peculio.

San Juan, primero, era discípulo de San Juan el Bautista. Al escuchar su testimonio acerca de Cristo, como "Cordero de Dios, que tomó sobre Sí los pecados del mundo," inmediatamente, junto con Andrés, siguió a Cristo (Jn. 1:37-40). Se convierte en discípulo constante del Señor, algo mas tarde, después de la pesca milagrosa en el lago de Genesareth (mar de Galilea), cuando el Mismo Señor lo llamo con su hermano Jacobo. Junto con Pedro y su hermano Jacobo, él fue honrado por una particular cercanía al Señor, encontrándose con Él en los minutos más solemnes e importantes de Su vida terrenal. Así, fue digno de estar presente durante la resurrección de la hija de Jairo, ver la Transfiguración del Señor en la montaña, escuchar el discurso sobre los signos de Su segunda venida, y también ser testigo de Sus plegarias en Getsemani. En la Ultima Cena, él estuvo tan cerca del Señor, que, por sus propias palabras, estuvo reclinado sobre el pecho de Jesús de donde proviene el nombre de "confidente," que luego pasó a ser un sinónimo de alguien muy cercano. Por su modestia, él no menciona su nombre, pero cuando se refiere a si mismo, en su Evangelio, se denomina "el discípulo que Jesús amó." Este amor del Señor hacia el se mostró también cuando, El Señor estando en la cruz, le encomendó a Su Purísima Madre, diciendo "He ahí tú Madre."

San Juan amaba fervientemente al Señor y estaba lleno de indignación contra Sus enemigos, o los que se apartaban de Él. Por ello él prohibió a un hombre, que no seguía a Cristo, a echar a los demonios en nombre de Cristo. Él pidió permiso al Señor para hacer bajar el fuego sobre los habitantes de un pueblo de Samaria, por que no Le recibieron, cuando Él iba a Jerusalén a través de Samaria; por lo cual, él y su hermano Jacobo, recibieron del Señor el apodo de "boanerges" es decir "hijos del trueno." Sintiendo el amor de Cristo, pero todavía no iluminado con la gracia del Espíritu Santo, el se decide a pedir para sí y su hermano, un lugar muy cercano a Él en Su futuro Reino; en respuesta recibe la profecía sobre el cáliz de sufrimiento que los espera.

Después de la Ascensión del Señor, a menudo vemos juntos, a San Juan y al Apóstol Pedro. A la par de el fue considerado pilar de la Iglesia y permaneció en gran parte en Jerusalén. Fiel al legado del Señor, el se ocupó de la Santísima Madre de Dios, como el hijo más abnegado, y comenzó a profetizar en otras ciudades, solo después de Su bienaventurada dormilón.

En la actividad profética del Apóstol Juan se observa sobre todo, en que él eligió para sí un determinado dominio, y toda la energía de su espíritu la dirigió para desterrar de allí el paganismo y establecer (fortalecer) la santa fe. Fue materia de su preocupación las siete iglesias de Asia Menor - Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea. Él, preeminentemente vivía en la ciudad de Efeso. Durante el reinado del emperador Domiciano, (año 81-96) San Juan fue llamado a Roma, como el único sobreviviente entre los apóstoles, y por orden de este perseguidor de la Iglesia fue arrojado en aceite hirviente, pero la fuerza del Señor lo conservó ileso, como a los tres adolescentes en él horno de fuego.

Entonces el emperador Domiciano, lo exilió a la isla de Patmos. Aquí San Juan escribió 'El Apocalipsis' o la Revelación sobre el destino de la Iglesia y el mundo entero. Después de la muerte de Domiciano, el Apóstol Juan volvió del destierro a Efeso. Los obispos y los presbíteros de la Iglesia de Efeso le mostraron tres Evangelios, escritos, por los Apóstoles Marcos, Mateo, y Lucas. Habiendo aprobado los Evangelios, el Apóstol Juan, a pesar de ello, consideró imprescindible completar lo que en ellos dejaron pasar (faltaba) y que él, como el último de los testigos oculares conocía bien. Ello era muy importante ya que a fines del siglo primero, en el mundo de los cristianos, se propagaron unas cuantas, sectas gnósticas muy activas, las cuales rebajaban e incluso rechazaban la Divinidad del Señor Jesucristo. Era imprescindible proteger a los creyentes de estas enseñanzas.

En su Evangelio el Apóstol Juan narró las palabras de Cristo, dichas por Él en Judea, dirigidas a los legistas instruidos, y que por esto fueron más difíciles en su comprensión, y posiblemente, por esa causa no fueron incluidas en los tres primeros Evangelios que eran destinados a los nuevos paganos conversos.

Al comenzar la elaboración del Evangelio, prescribió un ayuno a la Iglesia de Efeso y se fue a la montaña con su alumno Prócoro, en la cual escribió el Evangelio, que lleva su nombre.

Desde la antigüedad El Evangelio del Apóstol San Juan fue denominado "El Evangelio espiritual.," preeminentemente, en el, en comparación con los tres primeros están contenidas las enseñanzas de Jesús, que se refieren a la verdad de la Fe -sobre la Encarnación, la Trinidad, la redención del hombre, de la reconversión espiritual, de la Gracia del Espíritu Santo, y del sacramento de la Comunión. San Juan desde las primeras palabras en el Evangelio lleva el pensamiento del creyente hacia el plano de la elevación de la fe sobre el origen Divino del Hijo de Dios Padre. "En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1:1).

San Juan, expresa así el motivo de la narración de su Evangelio, "Ello esta escrito, para que creáis que Jesús es El Cristo, El Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre" (Juan 20-31). Además del Evangelio, y del Apocalipsis, San Juan escribió, las enseñanzas de amor, en sus tres epístolas conciliares sobre los dos principales mandamientos de la ley de Dios - del amor a Dios y del amor al prójimo, las cuales entraron en el grupo de los libros del nuevo testamento, como Católicas (es decir como narraciones universales). Su pensamiento principal en los relatos fue que los cristianos deben aprender a amar. "Amémonos los unos a los otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama, ha nacido de Dios y conoce a Dios, quien no ama no ha conocido a Dios" (1 Juan 4:7-8).

"Dios es Amor, y quien permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él." En esto ha llegado el amor a su plenitud en nosotros: en que tengamos confianza en el día del Juicio, pues como es Él, así somos nosotros en este mundo. No hay temor en el amor; si no que el amor perfecto expulsa el temor, porque en el temor hay castigo, quien teme no ha llegado a la plenitud del amor. Nosotros amemos, porque Él nos amó primero Si alguno dice "amo a Dios," y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. Y hemos recibido de El este mandamiento: quien ama a Dios que ame también a su hermano (1 Juan 4:17-21).

Sobre la posterior actividad del Apóstol Juan la tradición conservó unas cuantas informaciones extraordinarias, que muestran, con cuanto amor estaba colmado su corazón. Al visitar una Iglesia del Asia Menor, San Juan entre los que escuchaban su palabra, se percató de un adolescente que se distinguía por sus dotes increíbles y se lo encomendó especialmente al obispo. Posteriormente este joven tuvo un acercamiento con malas compañías. Se pervirtió y se convirtió en el jefe de la banda. Al enterarse San Juan, a través del obispo, se fue a las montañas donde se acechaban los malhechores, fue tomado y llevado por ellos al jefe.

Viendo al Apóstol, el joven se conmocionó y trató de huir. Pero San Juan, lo siguió y lo animó con palabras de amor, lo condujo a la Iglesia, compartió con él, el arrepentimiento y no se tranquilizó hasta reconciliarlo definitivamente con la Iglesia. En los últimos años de su vida el Apóstol Juan solo daba una instrucción.

"Hijos, ámense los unos a los otros." Sus discípulos le preguntaban porque, él repetía lo mismo continuamente, a lo que el Apóstol respondía "Este es el mandamiento más importante. Si lo cumplen, van a cumplir toda la ley de Cristo" Este amor se transformaba en ardiente celo, al encontrarse el Apóstol con los falsos educadores, los cuales pervertían a los creyentes y les negaban la salvación eterna. En un edificio social, el se encontró con un falso educador, Korinfo, el cual negaba la naturaleza divina de Nuestro Señor Jesucristo. "Rápido vamosnos de aquí - le dijo el Apóstol a su discípulo - Tengo miedo que este edificio se desplome sobre nosotros"

San Juan el Teólogo falleció de muerte natural (el único de los Apóstoles), cerca de los 105 años, durante el reinado de Trajano. Las circunstancias de la muerte del Apóstol fueron inusuales y enigmáticas. Por insistencia de San Juan él fue enterrado vivo. Al día siguiente al desenterrar el sepulcro del Apóstol, este se hallaba vacío. Este suceso es como que afirma el supuesto de algunos cristianos, de que el Apóstol no murió y de que vivirá hasta la segunda llegada de Jesucristo y va a acusar al Anticristo. El motivo de la aparición de esta suposición surgió de las palabras, dichas por El Salvador poco antes de Su Ascensión. A la pregunta del Apóstol Pedro, sobre que es lo que va a suceder con el Apóstol Juan, El Señor le contestó "Si quiero que se quede hasta que Yo venga, ¿qué a ti?, Sígueme tu." - el Apóstol Juan lo remarca en su Evangelio, y: "Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no moririá" (Juan 21:22-23).

 

San Mártir Cristóbal

22 de mayo (9 de mayo. por el calendario antiguo).

San Cristóbal vivió en el siglo tercero, en los tiempos de la persecución cristiana por el emperador Decio (249 -251). Él era de gran estatura, bello y estaba dotado de una fuerza extraordinaria. Siendo él, aun pagano, acusaba a los perseguidores de los cristianos. Decio, al enterarse de que San Cristóbal, poseía una gran fuerza, mandó a sus soldados para que lo traigan. En estos momentos San Cristóbal ya creía en Jesucristo, pero todavía no se había bautizado. En el camino su bastón seco había florecido en sus manos, el cual él utilizaba como báculo de peregrino. A continuación por sus oraciones se multiplicaron los panes, los que no alcanzaban a los peregrinos. Los soldados estaban asombrados por los milagros, creyeron en Jesucristo y junto a Cristóbal tomaron el bautismo del obispo Babillas de Antioquía. Al enterarse él Emperador de que Cristóbal, tomó la fe cristiana, decidió con viveza, persuadirlo para que renuncie a Jesucristo. El encargó a dos mujeres lascivas Callinica y Aquilina para que lo consigan. Pero a cambio de ello, Cristóbal, convirtió a estas mujeres a la fe de Cristo, por lo que ellas fueron sometidas a tormentos. Ellas terminaron como mártires. Los soldados que trajeron a Cristóbal y que se bautizaron, fueron decapitados. Después de ello a Cristóbal, lo arrojaron en un ardiente recipiente de cobre, pero el se quedó ileso. Al sojuzgar a San Cristóbal, con nuevos tormentos, los atormentadores, finalmente, lo decapitaron. Esto aconteció en Licia (en Asia Menor) hacia el año 250. Se venera la memoria de San Cristóbal, tanto en el este como en el oeste, pero principalmente en España. En el occidente vienen para pedirle ayuda en épocas de enfermedades contagiosas y durante los viajes o travesías. Las reliquias del Santo Mártir Cristóbal reposaban en el monasterio de San Dionisio en París, donde estaban enterrados los reyes franceses.

Santa Taisia

23 de mayo (10 de mayo. por el calendario juliano).

Santa Taisia vivió en Egipto en el siglo quinto. Al quedar huérfana después de la muerte de sus padres muy ricos, llevaba ella una vida caritativa, dedicándose a la beneficencia y a la asistencia de los enfermos. Frecuentemente paraban en su casa los monjes, que venían del desierto a la ciudad para vender sus canastos. Taisia recibía el respeto y el amor de todos.

Después de unos cuantos años de constante actividad benéfica, el patrimonio de Taicia se agotó. Entonces Taicia conoció a algunas personas con malas intenciones, y cayó bajo una mala influencia. Su vida comenzó a ser cada vez mas y más desordenada.

Los monjes del monasterio en el desierto, que paraban antes en su casa, al enterarse de este cambio operado en ella, se entristecieron. Acudieron a su abad (el superior padre espiritual) Juan Kolov, y le dijeron "nosotros escuchamos que nuestra hermana Taisia quedo arruinada. Cuando ella era rica, ella nos manifestaba su amor. Y nosotros ahora debemos mostrarle nuestro amor y brindarle nuestra ayuda. Esfuérzate en visitarla.

El abad Juan, llegó donde Taisia, se sentó a su lado y la miró detenidamente a los ojos, luego bajó la cabeza y comenzó a llorar amargamente. Taisia, conmovida le preguntó al superior "Abad, ¿porque lloras? Él le respondió. "¿Cómo no voy a llorar? Veo, que Satanás juega en tu rostro. En que no te gustó Jesús, que te volviste a las obras opuestas a Él? Ella al escuchar esto, se conmocionó y le dijo: "¡Padre! ¿Hay confesión para mí?, Él le contestó "¡Hay" - "Entonces llévame a donde debo ir, - le dijo ella, y parándose lo siguió cubierta de lagrimas.

El abad Juan se asombró al ver que Taisia, no organizó ni dispuso que es lo que va a hacer con su patrimonio, y que tampoco se despidió de nadie. Cuando ellos se acercaron al desierto ya anochecía. El abad Juan le hizo un lugarcito en la arena, y un poco más distante otro semejante para él. Con la señal de la Cruz protegió su lugar, y dijo "duérmete aquí"- y al cumplir con sus oraciones también se acostó.

A la mañana siguiente, el padre comenzó a despertar a Taisia. Pero aquí el se dio cuenta que Taisia, estaba muerta. El anciano padre se acongojó mucho, pensando que el alma de Taisia pereció, ya que ella no había tenido tiempo de confesarse, comulgarse y hacerse monja. Entonces él escuchó una voz. "Una hora de su arrepentimiento fue recibido mas que el arrepentimiento de mucho tiempo de otros, que no renuncian a si mismos al arrepentirse" Así, El Señor le abrió al abad Juan, que Él, perdonó a Taisia por la sinceridad y determinación en su arrepentimiento.

 

Santos Padres Cirilo y Metodio

24 de mayo (11 de mayo. por el cal. Jul.).

Al inicio de la separación de la Iglesia Occidental de la Iglesia Ortodoxa Universal se observa una tendencia de los eslavos a recibir la fe cristiana. El Señor, evidentemente, los llamó para integrar Su Iglesia y eligió para ellos a los hermanos Equiapostólicos Cirilo y Metodio, grandes predicadores de la fe.

Cirilo (en el mundo Constantino), y Metodio nacieron en Macedonia en la ciudad de Solonica. Metodio ingresó al servicio militar después de finalizar su educación y fue gobernante de una región eslava. Sin embargo, al poco tiempo, él decidió dejar el modo de vida mundana, y tomó los hábitos en el monasterio que se encuentra en el monte de Olimpo. Constantino desde la niñez demostró una capacidad increíble, y recibió una instrucción excelente junto al, entonces adolescente, emperador Miguel 3 en la corte imperial, en la cual los educaba el famoso Focio que posteriormente fue patriarca de Constantinopla: Después de finalizar sus estudios, Constantino podía tener en el mundo brillantes éxitos, pero su corazón ardía de amor por Dios, y los bienes terrenales no lo atraían. Algún tiempo enseñó clase de Filosofía, su materia preferida, en una escuela de Constantinopla, pero al poco tiempo dejo ese lugar y se radicó en el monasterio con su hermano Metodio. Aquí juntos se dedicaron al ayuno y a la oración, hasta que la Providencia del Señor los convocó al servicio de predicar a los pueblos eslavos.

Para nosotros, los rusos, es digno anotar, que ante esta vocación, el Señor trajo a estos grandes hermanos para que estén dentro de los límites de nuestro país. En el año 858 los josares, pueblo del Cáucaso, que acampaba en el sur-este de la actual Rusia, pedían predicadores de fe, al emperador Miguel. A solicitud del patriarca Fotio, los santos hermanos llegaron a Kersones. Aquí ellos vivieron aproximadamente dos años, estudiando el idioma de los josares y hallaron las reliquias del Santo Mártir Clemente, obispo de Roma, exiliado aquí al final del primer siglo. Entre los pueblos eslavos, los primeros en convertirse al cristianismo, fueron los búlgaros. En Constantinopla la que puso el cimiento fue la hermana del príncipe búlgaro Boris. Ella recibió el bautismo con el nombre de Teodora, y fue educada en el espíritu de la santa fe. Alrededor del año 860 ello regresó a Bulgaria y comenzó a persuadir a su hermano para que tome el cristianismo. Boris se bautizó tomando el nombre de Miguel. Los santos padres Cirilo y Metodio estuvieron en esta ciudad y con sus prédicas mucho contribuyeron a fortalecer en ella el cristianismo.

Desde Bulgaria, la fe cristiana se propagó hacia su vecina Serbia. Después que fueron instruidas en la fe Bulgaria y Serbia, aparecieron en Constantinopla los embajadores del príncipe moravo Rostislav con este pedido: "Nuestro pueblo profesa la fe cristiana, pero no tenemos educadores, que puedan explicarnos la fe en nuestro idioma natal. Tráiganos esos educadores." Se alegraron, el emperador y el patriarca y, al convocar a los hermanos, les propusieron ir con los moravos.

Para obtener en la predica un gran logro San Cirilo consideró necesario traducir al idioma eslavo las Santas Escrituras y los libros referentes a las ceremonias religiosas, ya que según las palabras de San Cirilo, predicar, solo oralmente, es lo mismo que escribir sobre la arena. Previo a la traducción había que crear un alfabeto eslavo con caracteres eslavos. Para esta gran obra San Cirilo, siguiendo el ejemplo de los apóstoles, se preparó orando y ayunando cuarenta días. En cuanto el alfabeto estaba preparado, San Cirilo, tradujo al idioma eslavo, selecciones del Evangelio y de los Hechos de los Apóstoles. Algunos cronistas comentan, que las primeras palabras escritas en el idioma eslavo, fueron del Apóstol Evangelista San Juan "En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1:1).

En el año 863 los Santos hermanos fueron a Moravia con sus discípulos Gorasdom, Clemente, Sava, Naum, y otros. La realización de los oficios, y la lectura del Evangelio, en el idioma eslavo, atrajeron pronto a los corazones de los moravos y les dieron supremacía sobre los predicadores germanos.

Los predicadores germanos y latinos envidiaban este éxito y de todas maneras oponían resistencia a los santos hermanos. Ellos transmitían al pueblo el pensamiento, que la palabra de Dios se puede leer, solo en tres idiomas, en los cuales estaba realizada la inscripción en la Cruz del Señor, es decir en: hebreo, griego y latín. A Cirilo y Metodio, los llamaban (consideraban) herejes, ya que estos santos hermanos predicaban en idioma eslavo, finalmente, se quejaron de ellos, al Papa Nicolás.

El Papa quiso ver a los santos hermanos. Respetando al Papa como a uno de los patriarcas, los hermanos fueron hacia Roma, con la esperanza de encontrar ayuda en él, para el santo propósito. Ellos llevaban consigo parte de las reliquias del Equiapostólico San Clemente, papa de Roma y las sagradas escrituras traducidas por ellos. El Papa Nicolás I° falleció antes de verlos. Su sucesor el Papa Adrián, deseoso de pacificar la Iglesia, recibió con gran estima a los santos hermanos. Él fue a su encuentro en las afueras de la ciudad, acompañado por el clero y por muchas personas, recibió de ellos las santas reliquias y con respeto las colocó en la Iglesia de San Clemente, y los libros traducidos al idioma eslavo, los colocó sobre el trono de la antiquísima Basílica de Santa María Mayor. Al poco tiempo de su llegada a Roma, San Cirilo cayó gravemente enfermo. Él legó la continuación de la gran obra a su hermano, falleciendo en paz el 14 de febrero del año 869.

San Metodio cumplió con el legado de su hermano: al volver a Moravia siendo ya arzobispo trabajó aquí 15 años. Todavía en vida de San Metodio desde Moravia el cristianismo se propagó a Bohemia. El príncipe Boreas de Bohemia, recibió de él su bautismo. Su esposa Ludmila (que posteriormente fue mártir), y muchos otros tomaron su ejemplo. A mediados del siglo 10 Mechislav, príncipe polaco, se casó con la princesa Dombrovka de Bohemia, después de lo cual sus súbditos tomaron la fe cristiana.

Posteriormente, estos pueblos eslavos, con el esfuerzo de los predicadores latinos y los emperadores germanos fueron apartados de la Iglesia griega, bajo la autoridad del papa de Roma, a excepción de los búlgaros y de los serbios. Pero todos los eslavos aun hasta la actualidad, mantienen viva en la memoria a los Santos iluminadores (instructores) y la fe ortodoxa que ellos trataban de establecer entre ellos. La santa memoria de los Santos Cirilo y Metodio sirve como eslabón de unión entre todos los pueblos eslavos.

 

Venerable San Pacomio

24 de mayo (11 de mayo por el calendario religioso).

Los padres de San Pacomio eran paganos. Ricamente dotado por naturaleza, él recibió una educación muy buena en su juventud. En el año 312 él fue tomado al servicio del ejercito del Emperador Maximino, quien se levantó contra los Emperadores Constantino y Licinio.

Entre esfuerzos y renunciamientos del camino, el joven soldado tenia la ocasión de conocer a los cristianos, y ver como por el mandamiento de Su Maestro se dirigían con amor y compasión hacia sus padecientes enemigos. Él comenzó a orar a Nuestro Señor Salvador antes de hacerse cristiano, y al volver de la guerra se bautizó, fue al desierto y comenzó a salvarse bajo la guía de un asceta, llamado Polemon.

Después de 15 años de ascetismo espiritual secreto, el Señor lo inspiró para que reúna bajo una misma norma general a los ermitaños, que vivían por separado. En una isla del río Nilo (Tavena) él comenzó a organizar un monasterio. Al poco tiempo ese monasterio no podía albergar mas a las personas deseosas de salvarse bajo la dirección de San Pacomio, y él se vio obligado a fundar mas monasterios sobre la costa del río Nilo, no lejos uno del otro. Él estableció el primer convento de monjas, donde su hermana fue la primera abadesa (superiora).

En sus monasterios él llevaba un reglamento obligatorio para todos. Este reglamento se basaba fundamentalmente en la: castidad, humildad, renunciamiento a todo lo mundano y una sumisión incondicional a su abad. Los monjes vivían de a tres.

En cada celda, juntos comían y realizaban sus labores. Todos usaban la misma vestimenta (la interior de hilo, sin mangas, la exterior de cuero, en la cabeza un gorrito de tejido de crines, en los pies sandalias). Unas cuantas veces al día al sonido de un instrumento, los monjes en silencio eran llamados a la Iglesia. Aquí leían las Sagradas Escrituras, escuchaban las enseñanzas del superior, rezaban y cantaban Salmos.

Los domingos venia un presbítero del pueblo vecino que oficiaba la Liturgia y daba la comunión a los monjes. San Pacomio no tomaba el sacerdocio ni tampoco permitía a otros, tomar esa dignidad, para que no caigan en orgullo o ámen el poder. Salían a trabajar todos en orden y en silencio junto a su superior. Nadie podía comenzar una nueva labor ni cambiarse de lugar sin la bendición del superior. El trabajo realizado por un hermano pertenecía a la comunidad, y no a él.

Se alimentaban una sola vez al día - al mediodía, y su alimento se componía de pan, frutas y verduras. El domingo se podía cenar. Para que todas estas normas fuesen cumplidas por los monjes, sin cambios, San Pacomio determinó recibir a las personas deseosas de ingresar al monasterio, no antes de haberlos sometido a un año de prueba. Durante la vida de San Pacomio la organización monacal establecida por él, aumentó a siete mil monjes, y cien años después, a cincuenta mil personas.

El monasticismo se propagó por muchos lados. En aquella época, cuando San Pacomio, estableció un monasterio en Tavena, uno de sus discípulos Amón, fundó una nueva comunidad para los monjes cerca de Alejandría, sobre el monte Nitria (este monte se denominó así por la gran cantidad de nitro, o salitre.). Al final del siglo 4, aquí se contaban, mas de 50 monasterios y hasta 5.000 monjes.

Detrás del monte de Nitria estaba el desierto de Libia. Cuándo hubo estrechez sobre el monte de Nitria, Amón con la bendición de San Antonio, trasladó las celdas al desierto de Libia, a partir de ese momento ese desierto pasó a denominarse kelias (celdas).

Más allá del monte de Nitria se encontraba distante el monasterio de Sckit (nombre del lugar, que significa valle largo y seco) en donde San Macario de Egipto fundó la vida monacal. Hacia allí no existía ningún sendero, para encontrar el camino se guiaban por las estrellas. Hilarion, uno de los discípulos de San Antonio trasladó, el monaquismo a su tierra natal, a Palestina (Tierra Santa), y en la cercanía de Gaza fundó un monasterio. De aquí el monasticismo se propagó por toda Siria y Palestina.

San Basilio el Grande, terminada su instrucción y luego de recorrer Egipto y Palestina, difundió la vida monacal, en Capadocia (En Asia Menor, actualmente Turquía): tanto de mujeres como de hombres. Allí estableció un reglamento para los monjes que pronto se propagó por el oriente haciéndose universal.

Uno de los ascetas del siglo 4 San Savva el Bendito, estableció un monasterio cerca de Jerusalén en la gruta del torrente del Cedrón, introdujo aquí el reglamento de oficios llamado "Tipicón," el cual a través del tiempo fue completado y perfeccionado, siendo el cimiento actual de los oficios religiosos de la ortodoxia.

El monastisismo oriental encontró un refugio especial en los montes Olímpo y Athos. En este último se encuentran aproximadamente: 20 monasterios cenobíticos, alrededor de 100 monasterios y celdas de ermitaños y cerca de 8.000 ascetas. Aquí se pueden observar distintos modos de vida monacal, desde los que se refugian solitariamente en grutas y celdas hasta los que viven en grandes comunidades (llamadas en ruso Lavra). Desde aquí el monasticismo se trasladó a Rusia.

El modo de vida monacal, tanto ermitaña como en comunidad, fueron las que más se propagaron en Oriente. Pero existen otras formas de ascetismo como, el estilita que son monjes dedicados a la oración, sobre una columna, por ej. en el siglo 5 - San Simeón "el estilita," en el siglo 7 -San Alepio "el estilita"; la de los "no durmientes"; y "la de los locos en Cristo"(ascetas que por Cristo se hacían pasar por locos, a fin de elevarse espiritualmente, doblegándose y soportando la humillación del trato, para no caer en el orgullo, consiguiendo así, un total desapasionamiento, como San Simeón "el loco en Cristo" (Iurodiviy).

Santos Emperadores Constantino

y Elena (equiapostólicos).

4 de junio (21 de mayo por el calendario religioso).

El Emperador Constantino el Grande era hijo de Constancio Flor gobernador de la parte occidental del Imperio Romano, (Galia y Bretaña), y de la Santa Equiapostólica Elena. Por deseo del Emperador Diocleciano, en su adolescencia (a los 18 años) fue alejado de sus padres en calidad de rehén, y vivió en la corte de Nicomedia. Cuando el Emperador Diocleciano renunció al trono, Constantino volvió a Galia, y en el año 306, después de la muerte del Emperador Constancio fue nombrado emperador.

Su madre lo predispuso a tomar el cristianismo. Su padre aunque era pagano, defendía a los cristianos, viendo que estos -eran fieles servidores y dignos habitantes. En la corte de Diocleciano en aquel tiempo cuando todavía la Iglesia no era perseguida había cristianos que ocupaban distintos cargos y Constantino tenia en ellos muchos ejemplos que atestiguaban su honor y lealtad al trabajo. También él vio los horrores de la persecución y la extraordinaria fortaleza de los confesores de Cristo; ello también lo predispuso en su causa. Posteriormente el mismo Constantino reconoció, que su estadía en la corte de Diocleciano contribuyó mucho para su conversión al cristianismo: "Yo me alejaba de los anteriores gobernantes hasta ahora, decía él, pues veía el salvajismo de sus costumbres."

Por su carácter él era, activo, belicoso, previsor, perspicaz, allegado a todos y generoso. Constantino era un genio mundial y no en vano fue elegido por la Divina Providencia del Señor para realizar un cambio grandioso en el imperio y en todo el mundo.

Durante su reinado el Emperador Constantino luchó en especial contra tres enemigos, y durante ese combate gradualmente, y decididamente se volcó hacia la recepción de la Santa Fe.

En el año 308, él con suerte salió de la lucha con el Emperador Maximino Hérculo, y se apuró a expresar su agradecimiento con riquísimas ofrendas en el templo de Apolo. En ello quedó demostrado el rasgo dominante en el carácter de Constantino: a pesar de que todavía seguía siendo pagano, él era una persona religiosa, y el motivo de sus hazañas la dirigía hacia la ayuda del Cielo.

En el año 312 se produjo una guerra nueva entre el Emperador Constantino y el Emperador Majencio. En el transcurso de esta guerra, poco antes del momento decisorio de la misma, en horas del mediodía, cuando el sol comenzó a inclinarse hacia el occidente (poniente), con sus propios ojos Constantino vio sobre el Cielo una Cruz ilumináda con esta inscripción "Con El Vencerás" (en Griego NIKA). Durante la noche el Señor se le presentó en sueño con el mismo símbolo de la Cruz y le dijo, que con este símbolo él iba a vencer al enemigo. Al día siguiente por orden de Constantino, en todos los emblemas de su tropa fueron hechas las imágenes de la Santa Cruz.

Al obtener la victoria sobre Majencio, Constantino, triunfante entró a Roma, y aquí en la plaza ordenó poner su estatua con la Cruz en la mano derecha con la siguiente inscripción "Con este símbolo salvador, yo salvé a la ciudad del yugo del tirano." Después de esta victoria el Emperador Constantino, junto con su yerno Licinio editó el primer manifiesto, permitiendo a todos profesar el cristianismo sin temor. El segundo manifiesto firmado por él en el año 313, ordenaba la devolución a los cristianos los lugares destinados a los Divinos oficios y todo el patrimonio arrebatado en tiempos de persecución.

Mientras tanto el amigable trato entre el Emperador Constantino y Licinio poco a poco se fue disipando, transformándose en una pelea abierta. Esta lucha definía el destino de los cristianos en el Imperio Romano, pues Licinio, sospechando que los cristianos orientales tenían un apego hacia Constantino, primero comenzó a oprimirlos, luego pasó a una persecución abierta, en cambio Constantino amparaba abiertamente a los cristianos. Ambos emperadores se preparaban a una batalla decisoria, cada uno de acuerdo a su fe. Los oráculos vaticinaban la victoria de Licinio y los cristianos rezaban por Constantino. Dios le otorgó la victoria a Constantino en la batalla cerca de Adrianópolis (322). Licinio perdió el trono y la vida. Constantino se transformó en soberano absoluto del imperio, y el cristianismo salió triunfante.

El Emperador Constantino dedicó toda su vida al bienestar de la Iglesia, y le hizo tanto bien a ella, que tiene merecido la denominacion de Equiapostólico. Desde su época las reparticiones gubernamentales, las normas, el servicio militar, comenzaron a orientarse sobre exigencias, que están contenidas dentro del cristianismo.

Se pueden señalar las siguientes medidas y actividades del Emperador Constantino a favor del cristianismo, además de los edictos citados, correlativamente, en el año 314 puso fin a los juegos paganos, (313-315) liberó al clero de las obligaciones ciudadanas, y a las tierras de la Iglesia de los impuestos en general, (315) suprimió la pena de muerte a través de la crucifixión y edito una severa norma contra los judíos, que se sublevaban contra la Iglesia, (316) permitió liberar a los esclavos ante la Iglesia sin formalidades especiales, las cuales eran muy engorrosas en los juicios civiles, (319) prohibió a las personas particulares ofrecer sacrificios a los ídolos, y realizar adivinaciones en sus casas, (321) ordenó festejar el día domingo en todo el imperio, (325) para proteger a las vírgenes cristianas cambió las leyes de los romanos contra el celibato. Concedió a la Iglesia el derecho de recibir donación de bienes, permitió tomar altos cargos gubernamentales a los cristianos, ordenó construir templos cristianos y prohibió introducir en ellos, imágenes y estatuas de emperadores, a usanza de los templos paganos.

Sobre todo el Emp. Constantino encontraba oposición en Roma, en la cual el partido pagano era fuerte. Esta oposición de los paganos se descubrió, en especial cuando se festejaban los 20 años del reinado de Constantino, enfriando sus relaciones con la anterior capital del imperio. Finalmente dejó Roma, y estableció una nueva capital cristiana sobre las orillas del Bósforo, invitando a los obispos cristianos para bendecirla solemnemente, llamándola Constantinopla. En esta nueva capital del imperio en lugar de templos paganos comenzaron a construir templos cristianos, y en vez de estatuas de dioses paganos - imágenes sagradas.

El Emperador Constantino prestó mucha atención a la agitación provocada en la Iglesia, por el cisma de los donatistas y en especial, por la herejía de Arrio, tratando de todas maneras de unir a los divididos. Uno de los grandes méritos de Constantino fue - convocar el primer Concilio Ecuménico en el año 325 en la ciudad de Nicea.

Constantino con todo el alma se dedicó a la Iglesia, pero a pesar de ello, de acuerdo a las costumbres de esa época, no se bautizó hasta los últimos días de su vida. Cuando sintió que llegaban los últimos momentos de su vida, entonces piadosamente recibió este gran sacramento, y murió mientras rezaba el día 21 de mayo del año 337. La historia le adicionó a su nombre (el calificativo de) "el Grande." La iglesia por sus grandes servicios lo denominó "Equiapóstolico"

 

Hallazgo de la Santa Cruz por la Emperatriz Elena

27 de septiembre (14 de septiembre por el calendario religioso).

El primer mérito de la Emperatriz Elena, fue, que ella predispuso a su hijo Constantino (ver santos emperadores Constantino y Elena) en la fe cristiana en aquella época cuando otros jóvenes de buena procedencia se educaban dentro del espíritu pagano y menospreciaban al cristianismo. El segundo mérito fue el hallazgo de la Cruz del Señor.

La emperatriz Elena con el objeto de encontrar la Cruz del Señor, en el año 326 fue a Jerusalén. Allí le indicaron que la Cruz estaba enterrada en el lugar, adonde los paganos tenían construido el templo de Venus. Cuando por orden de Elena tiraron el templo y comenzaron a cavar en la tierra, encontraron tres cruces y al lado de ellos una maderita con la inscripción: "Jesús Nazaret, Rey de los Judíos"

Para reconocer en cual de las tres cruces fue crucificado el Señor, comenzaron a ponerlas por orden sobre una persona muerta. De dos cruces no se produjo ningún milagro. Cuando se impuso la tercer Cruz al muerto, este resucitó - de esta manera se reconoció la Cruz del Salvador.

Al enterarse las personas del milagro, todas quisieron ver la Santa Cruz. Entonces el Patriarca Macario de Jerusalén y la emperatriz Elena expusieron desde un lugar elevado la Cruz. Las personas al ver la Cruz del Señor, oraban con estas palabras: ¡"Señor Ten Piedad"!

En memoria de este suceso la Iglesia estableció la celebración de la Elevación de la Cruz de Nuestro Señor. Esta festividad es considerada dentro de las celebraciones más importantes y se conmemora el día 27 de septiembre. En este día la Santa Cruz se expone solemnemente para su veneración en el centro de la Iglesia. Durante el reinado de Constantino se restableció el nombre de Jerusalén a la ciudad de Elia Capitolina, dada a ella durante el imperio de Adriano (año 117-118).

La emperatriz Elena construyó varios templos en Tierra Santa: en el Gólgota el templo de la Resurrección (y Santo Sepulcro) del Señor, donde todos los años en la medianoche de Pascuas (en la fecha que conmemoran los cristianos ortodoxos) desciende fuego bendito; En el monte de Eleon, olivos, (en donde El Señor Ascendió a los Cielos); En Belén (nacimiento de Jesus corporeizado) y en Hebrón al lado de la encina de Mambré (adonde el Señor se le presentó a Abraham).

Santa Eufrosinia, princesa de Polotzk

5 de junio (23 de mayo. por el calendario religioso).

Santa Eufrosinia (en el mundo) Predislava era hija del príncipe Jorge de Polotzk. Educada en la piedad, desde pequeña a ella le gustaba la lectura. Al llegar a la edad adulta, ella renunció a los bienes inseguros de este mundo, y en secreto se fue a un convento. Al hacerse monja, ella se dedicó a la transcripción de Libros Santos.

Después de unos años, ella fundó cerca de Polotzk un convento, llamado Spaso-Eufrosinio. Al establecerlo, ella realizó un viaje a Jerusalén para venerar el Santo Sepulcro de Nuestro Señor. Ella falleció aquí en el año1173. Sus (Restos) reliquias fueron trasladadas a Kiev, actualmente sus incorruptos restos descansan en la gruta de Teodocio.

 

Santo Príncipe Igor

18 de junio (5 de junio. por el calendario religioso).

El príncipe Igor de Cherñigov subió al trono en el año 1146. Los ciudadanos de Kiev al no querer a los de la familia Olgovich, lo traicionaron y lo entregaron a Isiaslav, príncipe de Pereiaslavl, el cual fue proclamado como el gran príncipe.

San Igor renunció a la forma de vida mundana y en el monasterio Teodoro de Kiev tomó los hábitos de monje con el nombre de Ignacio. El 19 de septiembre del año 1147, la muchedumbre amotinada, lo sacó del templo, mientras él rezaba ante la imagen de La Madre de Dios, brutalmente lo mataron y arrastraron su cuerpo por todas las calles de Kiev.

Posteriormente, el 5 de junio del año 1150, las reliquias del santo príncipe Igor, glorificados por muchos milagros, fueron trasladadas a Chernigov y colocados en el templo de "La Transfiguración del Señor." "Desde aquel tiempo - por observación del cronista - comenzaron a conmemorar a San Igor." "En el Original iconográfico" se dice, que el príncipe Igor era de estatura media, delgado, de rostro moreno, llevaba pelo largo, su barba era corta y angulosa. A San Igor lo respetan como mártir y lo equiparan a los príncipes Boris y Gleb.

 

Santo Mártir Leonidas

(y los que se encontraban con él).

18 de junio (5 de junio. por el calendario religioso).

Los Santos mártires Leonidas, Marciano, Nicandro, y otros vivían en Egipto. Ellos sufrieron bárbaramente a causa del Señor Jesucristo en su tierra natal durante el reinado del Emperador Maximino (285-305) y terminaron su vida en una prisión torturados por hambre y sed.

 

Santos Mártires Alejandro

y la doncella Antonina

23 de junio (10 de junio. por el calendario religioso).

La devota y piadosa doncella Antonina era procedente de Tracia en aquel entonces dominio de Roma, y actualmente Bulgaria. Durante el imperio de Majencio (año 305-312) a Antonina la llevaron ante el gobernante, el cual trataba de convencerla para que realice sacrificios ante los ídolos. Después de que Antonina se negara con decisión la martirizaron y la sometieron a humillaciones y ultrajes.

El joven soldado Alejandro de 23 años de edad, lleno de una ferviente fe en Cristo, se decidió liberar a la santa mártir del vergonzoso encierro. Él entró a donde se encontraba la santa doncella y le ofreció su vestimenta, Antonina se vistió con ella y se marcho sin obstáculos.

Al descubrirse el acto generoso del soldado, lo sometieron a grandes suplicios. Entonces Santa Antonina volvió por su propia voluntad, para compartir con su salvador la corona del martirio. A los Santos Mártires, después de bañarlos con alquitrán, los pusieron en un pozo ardiente, luego lo taparon con tierra. Posteriormente sus santos restos, célebres por los milagros, fueron trasladados al monasterio de Máximo en Constantinopla.

 

Santo Mártir Leoncio

(y con él Hipacio y Teódulo).

1 de julio (18 de junio por el calendario religioso).

Los santos mártires Leoncio, Hipacio, y Teódulo, durante el imperio de Vespasiano (año 70-79) padecieron en la ciudad de Trípoli, en Fenicia. San Leoncio era griego de nacimiento, y militar de alto grado del ejercito romano, inteligente y listo por naturaleza, conocedor de sabiduría literaria, virtuoso, compasivo con los pobres, y hospitalario. Denunciaron al gobernador que Leoncio, pedía a la gente que no veneren ni ofrezcan sacrificios a los dioses paganos. El gobernante mando al Tribuno Hipacio con una escuadrilla de soldados para que detengan a Leoncio. Hipacio por el camino se enfermó y se encontró ante la muerte. Entonces se le apareció un Angel y le dijo "Si quieres sanarte, ruega tres veces al cielo junto con tus soldados "¡Dios, al que venera Leoncio, ayúdame!" Todos así lo hicieron, y el tribuno se sanó. En la ciudad, Hipacio y el soldado Teódulo, encontraron una persona que los invitó a su casa. Este era el mismo Leoncio, él, los educó en la fe cristiana, y los bautizó. Más tarde el gobernador se presentó en la ciudad. Al enterarse de lo sucedido, entregó al martirio a Leoncio, a Hipacio y a Teódulo. A los santos Hipacio y Teódulo les cortaron la cabeza, San Leoncio falleció mientras lo apaleaban. Los cristianos dieron santa sepultura a los mártires cerca del puerto de Trípoli.

 

Profeta San Juan el Bautista

7 de julio, 20 de enero, 9 de marzo, 7 de junio, 11 de septiembre, y 6 de octubre (24 de junio, 7 de enero, 24 de febrero, 25 de mayo, 29 de agosto, y 23 de sept. por el calendario religioso).

El Profeta San Juan el Bautista es considerado después de la Virgen María el santo mas honrado. En su honor fueron establecidas las siguientes celebraciones: el 6 de octubre- su concepción, el 7 de julio- su nacimiento, el 11 de septiembre- su martirio (fecha en la cual lo decapitaron), el 20 de enero - San Juan el Bautista en relación con la festividad del Bautismo en el Jordán (Teofanía), 9 de marzo 1° y 2° hallazgo de su cabeza, el 25 de octubre - la conmemoración del traslado de su mano derecha desde Malta hacia Gatchina (cerca de S.Petersburgo).

El Profeta San Juan el Bautista era hijo del sacerdote Zacarías, casado con Santa Isabel (descendiente de Aarón). Sus padres vivían cerca de Hebrón (en una región montañosa) al sur de Jerusalén. Por parte de su madre él era pariente de Nuestro Señor Jesucristo y nació seis meses antes que el Señor.

Como lo narra el Evangelista San Lucas, el Arcángel Gabriel, se apareció a su padre Zacarías en el Templo y le anunció el nacimiento de su hijo. Y así estos devotos esposos, de edad avanzada, privados del consuelo de tener descendencia, tuvieron por fin un hijo, el cual ellos pidieron en sus oraciones.

Por misericordia de Dios él se liberó de la muerte entre miles de niños que fueron matados en Belén y sus alrededores. San Juan creció en un desierto salvaje, y se preparaba para la gran labor, llevando una forma de vida severa -ayunando, rezando y meditando en su destino preparado por Dios. Llevaba una vestimenta tosca, sujeta con un cinto de cuero, se alimentaba con miel silvestre y langostas. Él siguió una vida de ermitaño hasta el momento en el que el Señor lo llamó a los 30 años de edad para profetizar al pueblo hebreo.

Obedeciendo a este llamado, el Profeta san Juan, llegó a las orillas del río Jordán para preparar a la gente a recibir al esperado Mesías (Cristo). Ante la festividad de la Purificación mucha gente concurría al río para el lavado religioso. Aquí San Juan se dirigía a ellos, proclamando que se confiesen y se bauticen para el perdón de los pecados. La esencia, de su prédica se refería a que, antes de recibir la purificación externa, la gente debía purificarse moralmente, y de esta manera prepararse para la recepción del Evangelio. Claro es, que el bautismo de Juan no era todavia un sacramento bendito, como el bautismo cristiano. Su sentido era el de preparar (convertir) espiritualmente hacia el próximo bautismo con agua y Espíritu Santo. Según la expresión de una oración de la Iglesia, el Profeta san Juan, era la luminosa estrella matutina, la cual desprendía un brillo que era superior a la luminosidad de todas las estrellas y anunciaba la mañana del bendito día, iluminado por Cristo el Sol espiritual (Malaquias 4:2) Cuando la espera del Mesías llegó a su culminación, el Mismo Salvador del mundo, Nuestro Señor Jesucristo llegó al Jordán a bautizarse con San Juan. El bautismo de Cristo fue acompañado de anuncios milagrosos - el descenso del Espíritu Santo que bajó en forma de paloma sobre Él y la voz de Dios Padre que provenía de los cielos, diciendo: "Este es Mi Hijo amado..." Al recibir esta revelación, el Profeta San Juan le decía a la gente sobre El "Aquí esta el Cordero de Dios, que toma sobre Sí los pecados del mundo." Al escuchar esto, dos de los discípulos de Juan siguieron a Jesús. Ellos eran los Apóstoles Juan el Teólogo y Andrés, hermano de Simón, llamado Pedro. Con el bautismo del Salvador el Profeta San Juan concluyó como rubricando su servicio de profeta. Con severidad y sin temor acusaba los vicios tanto de las personas comunes, como la de los poderosos de este mundo. Por ello pronto él padeció.

El rey Herodes Antipas (hijo del rey Herodes el Grande) ordenó encarcelar al Profeta San Juan por acusarlo del abandono de su legítima esposa (hija del rey Aretas de Arabia), y por su unión ilegitima con Herodia, la mujer de su hermano Felipe.

El día de su cumpleaños Herodes hizo un banquete, al cual fueron invitadas personas muy conocidas. Salomé, hija de la pecadora Herodia, con su baile impúdico complació de tal manera al rey Herodes y sus invitados en el banquete, que el rey le prometió bajo juramento darle todo lo que ella le pidiese, aun hasta la mitad de su reino. La bailarina por instigación de su madre, pidió que se le entregue la cabeza de San Juan el Bautista sobre una bandeja. Herodes respetaba a Juan como profeta, por ello, él se disgustó ante ese pedido. Pero le dio vergüenza quebrantar la promesa por el dada, envió entonces al guardia a la prisión, el cual decapitó a san Juan el Bautista y entregó su cabeza a Salomé, quien se la llevó a su madre. Después de insultar Herodia sobre la santa cabeza del profeta, la tiró en un sucio lugar. Los discípulos de San Juan el Bautista le dieron santa sepultura a su cuerpo en Sebastia, una ciudad de Samaria.

Por su crueldad Herodes recibió su castigo en el año 38 después de Cristo. Sus tropas fueron derrotadas por Aretas, que fue contra él, por el deshonor causado a su hija, a la cual él abandonó para convivir con Herodia, y al año siguiente el emperador Calígula lo envió al exilio.

Según las narraciones de la tradición, el Evangelista San Lucas, al visitar distintas ciudades y pueblos con las prédicas de Jesús, desde Sebastia llevó a Antioquía una parte de los santos restos del gran Profeta - la mano derecha. En el año 959, cuando los musulmanes se apoderaron de Antioquía (durante el imperio de Constantino Porfirocente), el diácono Job, de Antioquía se llevó la mano del profeta a Calcedonia, desde allí fue trasladada a Constantinopla, donde se conservó hasta que los turcos tomaron la ciudad. Después la mano derecha del Profeta se encontraba en la Iglesia "De La Imagen Del Salvador" en el Palacio de Invierno de San Petersburgo.

La santa cabeza de San Juan el Bautista fue hallada por la piadosa Juana y sepultada adentro de una vasija en el monte de Olivos. Un asceta devoto, al realizar una zanja para hacer el fundamento de un templo, encontró este tesoro y lo guardó consigo, pero ante su muerte, temiendo que la reliquia fuese profanada por los no creyentes, la escondió en la tierra en el mismo lugar que la encontró. Durante el reinado de Constantino el Grande, dos monjes fueron a Jerusalén para venerar el Santo Sepulcro, y a uno de ellos se le presentó el Profeta San Juan el Bautista y le indicó, en donde estaba enterrada su cabeza. Desde ese momento los cristianos comenzaron a celebrar el Primer hallazgo de la santa cabeza de San Juan el Bautista.

El Señor Jesucristo dijo sobre el Profeta San Juan el Bautista "De todos los nacidos de mujer ninguno (profeta) superó a Juan el Bautista."

San Juan el Bautista es glorificado por la Iglesia como un "Angel, Apóstol, Mártir, Profeta, Intercesor de la gracia antigua y nueva, de los nacidos honorabilísimo y ojo luminoso de la Palabra"

 

Santa Leonida

8 de julio (25 de junio por el calendario religioso).

Son muy escasos los testimonios sobre el fallecimiento de la hermana Leonida, y de otras monjas que padecieron junto a ella. Por su fe hacia Cristo a la hermana Leonida la decapitaron en el año 310, a Livia la quemaron. Santa Eutropia falleció mientras la torturaban.

 

Apóstol San Pedro

12 de julio (29 de junio por el calendario religioso).

El Apóstol San Pedro, anteriormente llamado Simón era hijo del pescador Jonás en Betsaida de Galilea y hermano del Apóstol San Andrés, "el primer llamado", el cual lo condujo a Cristo.

San Pedro era casado y tenía su casa en Capernaúm. Llamado por nuestro Salvador Jesucristo, mientras pescaba en el lago de Genisaret, él siempre demostró una especial devoción y decisión, por lo que se hizo digno de un especial acercamiento al Señor, al igual que los Apóstoles Santiago (Jacobo) y San Juan el Teólogo.

Fuerte y espiritualmente ferviente, en verdad, ocupó un influyente lugar entre los Apóstoles de Cristo. Fue el primero que confesó con decisión al Señor Jesús como a Cristo (Mesías), y por ello fue digno de ser llamado Piedra (Pedro). Sobre esta fe de piedra de Pedro el Señor prometió edificar Su Iglesia, contra la cual no prevalecerán las puertas del infierno. El Apóstol San Pedro, lavó con lágrimas amargas de arrepentimiento su triple negación del Señor en la víspera de Su crucifixión. En consecuencia, luego de su Resurrección, el Señor nuevamente lo rehabilitó en la dignidad de Apóstol, tres veces de acuerdo al número de negaciones, y le encomendó cuidar Su rebaño de corderos y ovejas. De acuerdo a la tradición, el Apóstol Pedro cada mañana comenzaba a llorar amargadamente al escuchar el canto del gallo, pues se acordaba de su cobarde renuncia hacia Cristo.

El apóstol Pedro fue el primero en contribuir a la difusión y al fortalecimiento de la Iglesia de Cristo luego del descenso del Espíritu Santo, el día de Pentecostés, al pronunciar un firme sermón ante la gente convirtió 3000 almas hacia Cristo. Poco tiempo después curó a un tullido de nacimiento; y con un segundo sermón convirtió hacia la Fe a 5000 hebreos más. La fuerza espiritual que procedía del apóstol San Pedro era tan intensa, que hasta su sombra, al caer sobre los enfermos yacentes en las calles, curaba (Hechos 5:15). El libro de los Hechos desde el primer capítulo hasta el duodécimo narra su actividad apostólica.

El nieto de Herodes el Grande, Herodes Agripa I, después del año 42, d. C., restableció las persecuciones contra los cristianos. Él asesinó al Apóstol Santiago (Jacobo), Hijo de Zebedeo, y encerró al apóstol Pedro en una prisión. Los cristianos rezaban fervientemente por el Apóstol Pedro al advertir el castigo. Durante la noche ocurrió un milagro: a la celda de Pedro descendió el Angel del Señor, las esposas de San Pedro cayeron, y él salió de su celda sin ser advertido.

Luego de esta milagrosa liberación, el libro de los Hechos lo recuerda sólo una vez más al narrar el concilio de los Apóstoles. Otros testimonios sobre él fueron conservados por la tradición de la Iglesia. Se sabe que él difundía el Evangelio por las orillas del Mar Mediterráneo, en Antioquía, (donde ordenó al obispo Evodio). El Apóstol Pedro evangelizaba en el Asia Menor a los judíos y prosélitos (paganos convertidos al judaísmo), luego en Egipto, donde ordenó a Marcos en el primer obispo de la Iglesia de Alejandría. De aquí él fue a evangelizar a Grecia, Corinto, luego a Roma, España, Cartagena y Bretaña. De acuerdo a la Tradición, el Apóstol Marcos escribió su Evangelio para los cristianos romanos de las palabras del Apóstol Pedro. Entre los libros del Nuevo Testamento hay dos epístolas católicas (universales) del Apóstol Pedro.

La primer Epístola católica del Apóstol Pedro está dedicada a los advenedizos de la diáspora en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, provincias de Asia Menor. El motivo del escrito de San Pedro fue el deseo de fortalecer a sus hermanos ante la aparición de diferencias en éstas comunidades y persecuciones, por parte de los enemigos de la Cruz de Cristo. Entre los cristianos también surgieron enemigos internos, los falsos maestros. En ausencia del Apóstol Pablo comenzaron a deformar su enseñanza sobre la libertad cristiana y a amparar todo desenfreno moral.

La segunda epístola Católica fue escrita para los cristianos del Asia Menor. En esta segunda carta el Apóstol Pedro puso especial énfasis en advertir a los fieles sobre los falsos maestros libertinos.

Estas falsas enseñanzas coinciden con aquellas que fueron refutadas por el Apóstol Pablo en sus cartas a Timoteo y Tito, y también al Apóstol San Judas en su Epístola Católica. Las falsas enseñanzas de los herejes amenazaban la moral y la fe cristiana. En aquel tiempo se difundió rápidamente la herejía gnóstica que absorbió elementos del judaísmo, del cristianismo y diversas enseñanzas paganas. Esta epístola fue escrita poco tiempo antes de ser martirizado el Apóstol Pedro: "Sé que pronto deberé dejar mi templo (cuerpo), según nuestro Señor Jesucristo me lo ha revelado."

Hacia el final de sus días el Apóstol Pedro estuvo nuevamente en Roma, donde fue martirizado en el año 67 mediante la crucifixión cabeza abajo. Este acontecimiento fue descripto artísticamente por Enrique Sinquevich en el libro "Quo Vadis," que quiere decir "Adonde vas Señor."

 

El Apóstol Pablo

12 julio (25 junio según el calendario religioso).

El Santo Apóstol Pablo inicialmente era llamado por su nombre hebreo Saulo, pertenecía a la estirpe de Benjamín y nació en la ciudad de Tarso, Cilicia, (Asia Menor), que era conocida por su academia y por la instrucción de sus habitantes. Pablo tenía los derechos de la ciudadanía romana, pues era nativo de ésta ciudad, descendiente de judíos, liberados de la esclavitud por ciudadanos romanos. Pablo recibió su educación primaria en Tarso, y evidentemente allí conoció la cultura pagana, ya que en su carta y discursos se advierte claramente las huellas del conocimiento de los escritores paganos.

Su educación posterior la recibió en Jerusalén; en la entonces prestigiosa academia rabínica con el conocido maestro Gamaliel, quien era considerado un conocedor de la Ley, y a pesar de pertenecer al partido fariseo, era un libre pensador y amante de la sabiduría griega. Aquí según la costumbre adoptada por los hebreos, el joven Saulo aprendió el arte de construir tiendas, lo que posteriormente le ayudó a ganar el alimento con su propio esfuerzo.

Saulo, por lo visto se preparaba para el deber de rabino (instrucción religiosa), después de completar su educación, él se reveló como un fuerte defensor de la tradición farisea y perseguidor de la fe de Cristo. Puede ser que por la designación del Sanedrín, él fue testigo del martirio de San Esteban, luego recibió el poder de perseguir oficialmente a los cristianos aun fuera de las fronteras de Palestina, en Damasco.

El Señor al ver en Saulo un "instrumento elegido" para Él, camino hacia Damasco milagrosamente lo llamó al servicio apostólico. Saulo yendo por el camino fue iluminado por una luz resplandeciente; a causa de la que cayó sobre la tierra.

De la luz surgió una vos: "Saulo, Saulo porqué me persigues?" A la pregunta de Saulo "¿Quién eres?" - El Señor contestó " Yo soy Jesús a quien tu persigues." El Señor encomendó a Saulo ir a Damasco; donde se le indicará qué hacer después. Los acompañantes de Saulo escucharon la voz de Cristo, pero no vieron la luz, conducido de la mano hacia Damasco, Saulo, privado de la vista, fue instruido en la fe, y al tercer día bautizado por Ananias. Cuando fue sumergido en el agua recuperó la vista. Desde este momento se hizo un confesor celoso de la enseñanza, que antes perseguía. Por un tiempo se fue a Arabia, luego retornó a Damasco para enseñar acerca de Cristo. La ferocidad de los judíos, indignados por su conversión a Cristo, lo obligaron a huir a Jerusalén, donde él se unió a la comunidad de los fieles y conoció a los apóstoles. A causa del atentado contra su vida por parte de los judíos helenistas, debió regresar a su Tarso natal. En el año 47 él fue llamado a Antioquía por Bernabé para enseñar, y luego se encaminó junto a él a Jerusalén donde trajo ayuda a los necesitados.

Pronto, al regresar de Jerusalén, por mandato del "Espíritu Santo," Saulo junto a Bernabé se dirigió en su primer viaje apostólico, que duró entre los años 45 y 51. Los apóstoles atravesaron toda la isla de Chipre. Saulo es llamado Pablo luego que convierte a la Fe al procónsul Sergio Pablo.

Durante el transcurso del viaje misionero de Pablo y Bernabé fueron fundadas las comunidades cristianas del Asia Menor: Antioquía de Psidia, Iconio, Listra y Derbé. En el año 51 el Apóstol San Pablo participó en el Concilio Apostólico en Jerusalén, en el que fervientemente se opuso a que los paganos convertidos al cristianismo observen las costumbres de la Ley de Moisés.

Al volver a Antioquía, al Apóstol Pablo acompañado por Silas inició su segundo viaje apostólico. Primero, él visitó las Iglesias del Asia Menor fundadas anteriormente y luego se trasladó a Macedonia, donde estableció Filipos, Tesalónica, y Berea. En Listra San Pablo sumó a Timoteo, su amado discípulo, entre sus acompañantes, y desde Troade continuó su viaje junto al Evangelista Lucas. Desde Macedonia San Pablo pasó a Grecia donde enseñó en Atenas y en Corinto, permaneciendo en ésta última ciudad un año y medio. Desde aquí envió dos apóstoles a los Corintios.

El segundo viaje se extendió entre el año 51 y 54. Después San Pablo fue a Jerusalén visitando en el camino a Efeso y Cesarea, y desde Jerusalén llegó a Antioquía. Luego de una corta estadía en Antioquía, el Apóstol Pablo inició su tercer viaje apostólico (56-58), visitando primero como era su costumbre a las Iglesias del Asia Menor establecidos en primer término; luego se detuvo en Efeso, donde en el transcurso de dos años se ocupó diariamente de la enseñanza en la escuela de Tirano. Aquí él escribió su epístola a los gàlatas (debido al recrudecimiento de la doctrina judaica) y la primer epístola a los Corintios (como consecuencia de los desórdenes y respuesta a la carta, que los Corintios le enviaron). El alzamiento popular instigado por el platero Demetrio contra Pablo, obligó al Apóstol a dejar Efeso y dirigirse a Macedonia, y finalmente a Jerusalén.

En Jerusalén a causa del tumulto iniciado contra él, el Apóstol Pablo fue tomado prisionero por las autoridades romanos y fue recluido (preso) primero por el procónsul Felix y luego por su sucesor Festo. Esto ocurrió en el año 59 y dos años después, el Apóstol Pablo, como ciudadano romano, por su propio deseo fue enviado a Roma para ser enjuiciado por el Cesar. Al sufrir un naufragio en la Isla de Malta el Apóstol arribó a Roma recién en el verano 62, allí se benefició de la gran condescendencia de las autoridades romanas y enseñó libremente.

En Roma el Apóstol Pablo escribió sus epístolas a los Filipenses (en agradecimiento por el envío de dinero junto a Epafrodito), a los Colocences, a los Efesios y a Filemón habitante de Colosas (a causa de la huida de su esclavo Onesimo). Estas tres cartas fueron escritas en el año 63 y enviadas con Tiquico. Enseguida desde Roma escribió su carta a los hebreos de Palestina. El siguiente destino del Apóstol Pablo no se conoce con exactitud. Algunos consideran que él se quedó en Roma y por mandato de Nerón fue martirizado en el año 64. Pero existen fundamentos para suponer, que luego de su reclusión de dos años, y la defensa de su obra ante el senado y el emperador, el Apóstol Pablo fue liberado, y que nuevamente viajó al Oriente.

Sobre ello se pueden encontrar señales en sus epístolas Pastorales a Timoteo y Tito. Habiendo pasado mucho tiempo en la isla Creta, él dejó allí a su discípulo Tito para la ordenación de por todas las ciudades como atestigua la ordenación de Tito como obispo de Creta por él realizada. Posteriormente en su carta a Tito el apóstol Pablo lo instruye en como debe cumplir sus obligaciones de obispo. A través de ésta epístola se advierte que él proponía pasar aquel invierno en Nicopolis, cerca su Tarso natal.

En la primavera del año 65 visitó el resto de las Iglesias del Asia Menor y en Mileto dejó al enfermo Trafimov a causa de que ocurrió un tumulto contra el apóstol en Jerusalén, lo que le trajo en consecuencia la reclusión. Se ignora si el Apóstol pasó por Efeso, ya que él decía que los presbíteros de Efeso no verán más su rostro. Pero por lo visto, en aquél tiempo él ordenó a Timoteo como obispo para Efeso. Más adelante el Apóstol pasó por Troada y llegó a Macedonia. Allí él escuchó sobre el recrudecimiento de las falsas doctrinas en Efeso, y escribió su primer carta a Timoteo. Luego de estar un tiempo en Corinto se encontró en el camino con el Apóstol Pedro. Ambos continuaron su viaje a través de Dalmacia e Italia. Llegando a Roma, deja al Apóstol Pedro, y continúa solo en el año 66 hacia el occidente llegando a España.

Después de su regreso a Roma fue nuevamente encarcelado hasta su muerte. Según la tradición, al volver a Roma, él enseñó en la corte del Emperador Nerón y convirtió a su amada concubina a la Fe de Cristo. Por ello él fue enjuiciado, y si bien por la misericordia de Dios fue liberado, como él mismo expresó, de la garra de los leones, (es decir de ser comido por los leones en el circo) fue recluido en la prisión.

Luego de nueve meses de prisión él fue decapitado, como ciudadano romano cerca de Roma en el año 67, después de Cristo, en el doceavo año del reinado de Nerón. Desde una visión general de la vida del Apóstol Pablo se aprecia que ella se divide tajantemente en dos mitades. Hasta su conversión en Cristo, San Pablo, todavía Savlo, fue un severo fariseo, observante de la ley moicea y de las tradiciones patriarcales, que pensaba justificarse por las obras de la Ley y su celo en la Fe de los patriarcas, aproximándose al fanatismo.

Luego de su conversión, él se hizo Apóstol de Cristo, totalmente entregado a la obra del anuncio evangélico, feliz de su llamado, pero consiente de sus debilidades para la realización de este gran servicio, y adjudicando todas las obras y merecimiento a la Gracia de Dios. Toda la vida del Apóstol hasta su conversión, según su profundo convencimiento fue un error, un pecado que lo condujo hacia la condenación.

Sólo la todopoderosa Gracia Divina pudo ponerlo en el camino de la salvación. Desde aquél momento el Apóstol Pablo trata de ser digno del llamado Divino. Él es consiente que no hay y no puede haber discurso u otro merecimiento ante Dios: todo es obra de su misericordia. El Apóstol Pablo escribió catorce epístolas que constituyen la enseñanza sistemática del cristianismo.

Éstas epístolas, gracias a su amplio conocimiento y agudeza, sobresalen por su originalidad. El Apóstol Pablo se esforzó mucho, como el Apóstol Pedro, en difundir la fe de Cristo y con justicia es venerado como "columna" de la Iglesia y apóstol primado. ¡Que el Señor salve nuestras almas por las oraciones de los Apóstoles San Pedro y San Pablo!

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Panfleto Misionero # S

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Editor: Obispo Alejandro (Mileant).

(vida_santos_3.doc, 07-03-2000).